OBJETOS PERDIDOS
CREO que ayer tarde en este mismo banco
me lo dejé. Está seguro? Dice en este banco?
Sí; estuve en este banco. Cómo era?
Seguro me lo dejé. Tarde me dí cuenta
que algo me faltaba. Volví otra vez al banco.
No me dejé algo olvidado aquí? Usted delira.
No existen bancos ni parques para
corazones olvidados. Sí una sección
para objetos perdidos. Allí tal vez, quizá,
podrá encontrarlo.
HOY le tocó al audífono, una
de mis varias prótesis, dejado u olvidado,
con lo que me hubiera gustado no perderme
lo que los sabios dijeron. Eran varios
y cada uno decía lo que decía.
Y yo, perdiéndomelo por el maldito audífono
olvidado, que debía ser mucho, todo,
nada, y yo perdiéndomelo, por culpa
del olvidado audífono, lo que decían los sabios.
JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS nació en Antequera (Málaga) en 1909. Su primer libro, Versos de retorno, es de 1929. Lector en la Universidad de Cambridge durante algún tiempo y gran conocedor de la lírica inglesa, ha traducido al castellano obras de John Donne, Richard Crashaw, William Wordsworth, Gerald Manley Hopkins, Francis Thompson y Thomas Stearns Eliot. Dentro de su obra poética cabe destacar Cantos a Rosa (1954). Los poemas aquí reproducidos pertenecen a su libro de versos inédito Objetos perdidos, de próxima aparición en Pre-Textos (Colección "La Cruz del Sur").