domingo, 8 de junio de 2008

ANA PEREZ CAÑAMARES: Palabras muy concretas

La violencia no es revolucionaria, dijo Marcos Ana en Valencia, este año. Pero si un querer en la permanencia leal y arriesgada de darse y compartir sin resistencia, sin reservas, sin trampas, sin usura o manipulación. Es revolucionario el cariño que crece con los años y contra la erosión del roce. Antes que hacer llaga, llega a unir de tal manera que desde dos libertades se está juntos por vocación de una felidad comunicativa, dialógica, en el placer del otro, en la prueba de ser uno en la medida que concilia lo ajeno a su deseo de equilibrio, conocimiento y logro vital. ¿Qué que estoy diciendo?. Quizá poco. Leed este poema de Ana a Manuel. Y morded el labio hasta enrojecerlo. Qué verdad. Ese sentir no presentido, que se inaugura sin subordinación a los directorios contemporáneos, a la telenovelística educación sentimental, a lo ya sentido que nos inculcan desde lo impersonal una cultura del placer egocéntrico y el utilitarismo sentimental. Hay poetas, hay poemas, que sí. Si son originarios de amor. Antes que originales, su valor y permanencia, su altura les viene por el lugar desde el que nacen y desde el que hablan. Son originarios de lo suficiente. Así lo leo y aprendo y agradezco en estos dos poetas de la fiabilidad y coherencia.

Víktor Gómez



2006, imagen del día nupcial, friends & lovers

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(en el cumpleaños de Manuel)


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Necesitaba conocer a alguien
y, a pesar de conocerlo, amarlo.
Que el amor no fuera pantalla, venda
sino colchón, techo, agua fría en la cara.
Droga del día después.
Palabras muy concretas:
¿qué te apetece comer mañana?

Ana Pérez Cañamares