miércoles, 14 de marzo de 2007




RAZÓN DE AMOR

Versos 54 a 90

¿Serás, amor un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el primer encuentro con la luz,
con los labios, el corazón percibe
la congoja de tener que estar ciego y solo un día.
Amor es el retraso milagroso de su término mismo;
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos,
en contra de la primer condena de la vida.
Con los besos, con la pena y el pecho
se conquistan en afanosas lides,
entre gozos parecidos a juegos, días, tierras,
espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás,
ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el llegar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse en donde
se le siente, desnudo, altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales:
es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara.
Y que lo más seguro es el adiós.





PEDRO SALINAS, (Madrid 1891 - Boston-San Juan, Puerto rico 1951)

POETA DE LA INTELIGENCIA SENSUAL

Y EL AMOR DE AVIDEZ VITAL

LA RAZON HACIA LA PLENITUD DEL EXISTIR.


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