Tocarse la calavera
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Ven a jugar al juego de encontrar
tu propia calavera.
Si miras tercamente en un espejo
el centro de tus ojos
-sin parpadeos: hablo de minutos-
los músculos, la piel, los rasgos cotidianos
acaban por volverse translúcidos y tenues.
Te juro que tus huesos se asoman descarnados
a esa imagen que tiembla, siniestra, frente a ti.
Ya sabes el aspecto que tendrás.
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Juguemos a otra cosa.
---------------------------------- Aurora Luque
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2 comentarios:
Sí, lo sabemos, Aurora.
Juguemos a dejarnos los huesos
en el infinito del presente.
Buen poema Víktor.
Carpe noctem, Ana.
No se te ha escapado ni un solo pez, esta mañana. Todos a salvo de las redes de acero, todos en tus brazos de espuma.
Buen martes,
Tu Víktor
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