Está ahí afuera;
el frío
Mi cama caliente
flota en espiral de sueños
alejándose
Prostituída
recorro la oscura noche
de mis muslos
Nunca saben del
calor de la farola
el hueco del estómago
el abandono al que me arrojan.
Mis hijos pastan charcos de tristezas
montan en carruseles de hielo
el amor no siembra flores en esta ventana rota
Yo sólo consigo unos euros
para comprar leña
El bosque es arrasado
y él me regala un camisón de satén
unos tacones
Mañana a la misma hora
me inventaré otra sonrisa
y la pintaré con el carmín
de la sombra..
Carla Herrera
5 comentarios:
Impresionado...
y menos mal de su blog...
espero vernos pronto.
Abrazo
Ll.
Si LLuis, hay muchas ganas de verte, de poder tener una estancia más sosegada, menos dispersa y conversar, y compartir tiempo y persona.
Hay ganas, compa.
Tu Viktor
Y este poema, como otros que está ultimamente compartiendo en su blog, son impactantes. Muy buenos.
LLuis, ¡qué poco falta para verse de nuevo!
Otro abrazo,
Tu Viktor
lluís pm:
Gracias por el comentario. Y sí,
menos mal que se salvó lo esencial
del blog.
Y gracias por denunciar el cobarde maltrato animal. ¿Quién es el animal?. Pobre ser de nobleza insuperable, y todos callaban y asentían, nadie hizo nada: lo peor.
Víktor:
Ya sabes lo que me gusta enlazar poemas, y a éste lo puedes considerar como hijo tuyo, por eso
de que sin la siembra no hay cosecha.
De siempre, ya sabes: enormes gracias, proporcionales a tu inmensa generosidad.
Víktor:
Creo que me confundí, me refería al poema que surgió después del tuyo, "Tallos negros".
Las neuronas que se pegan,
que le vamos a hacer.
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