CONSEJO
-- ADVIRTIÉNDOME Pablo -su voz tras de la afable tiniebla telefónica- que no fuera insensato y de mi te arrojara definitivamente, acaté yo sumiso esa intención benévola como si desde el fondo fatal de las edades decretado estuviese. Mas sentí, en el vacío victorioso y culpable que entonces sobrevino, que un cuchillo me hendía del pavor de la muerte. Y fuí total, y supe, oh grandísimo Pablo, lo que en verdad era amarte y no haberte perdido. -- Vicente Núñez,Ocaso en Poley (1982)Ésta entrada ha sido referenciada desde http://www.viktorgomez.net. Te recomiendo que si me tienes agregado en tu lector de RSS o Blog como viktorgomez.blogspot.com lo actualizes a la nueva dirección. ¡Gracias!
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