[caption id="attachment_2405" align="aligncenter" width="320" caption="Agua errante, obra de ALEJANDRO PERNIA"][/caption]
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. .ZAHORÍ
. . ,EXCAVA allí donde el movimiento
es una botella llena de mariposas
y el paso sobre dientes precarios
se sale del bosque para oscurecer.
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Recolecta huellas en la arcilla,
cerca de la cascada que oculta
el silencio absorto de los pájaros.
Descansa donde desciende
el arroyo, crece entre la maleza.
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Al norte.
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La pared es un anillo, una jaula
tapada con banderas.
Detrás anidan buitres, sigue su
vuelo entonando el salmo
de las plumas:
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que el viento nos arroje
dentro del círculo.
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Casí es de noche.
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Del poemario de Esther Ramón (Madrid, 1970) TUNDRA, publicado en la editorial Ígitur (2002) en la prestigiosa y selecta coleción De umbral en umbral que codirigen Rosa Lentini y Ricardo Cano Gaviria.
. . Más sobre la periodista y poeta Esther Ramón enIsla Kokotero, acá
y en Revista fósforo, acullá y enAfinidades selectivas, aquí.
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1 comentario:
La impresión que me trasmiten estos poemas es idéntica a la que comentaba en el blog de Arturo: delicadeza, una delicadeza lo suficientemente intensa para dejar su huella. Huellas de agua. El zahorí como rastreador de temblores de mariposa, de vértigos ínfimos bajo los pies. Precioso.
Un abrazo Víktor.
Laura.
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