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Oh, Dios, cuya artimaña de poeta te alejó de las rocas,
Oh, Espesura de niebla, en la cima veo un Azul pálido
sosteniendo el horizonte y las nubes
que no regresan.
Oh, Dios, que perpetúas la ofensa de los cielos atronadores
en una playa incómoda,
Oh, Isla de los desafortunados, sin otra música
que los árboles rozando la umbría.
Venir no vienen, por más que deseemos.
Oh, Sombra que en el mediodía divides mi pensamiento
entre ella y el mar.
...divides, y no será menos hasta desaparecer.
Oh, Dios, que (no estás) por darle voz al testigo
has enmudecido las mareas.
No conocerán otra linde, no hay frontera más intratable
que la pobreza.
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Víktor Gómez
(De la plaquette "Pobreza", 2010)
(De la plaquette "Pobreza", 2010)
1 comentario:
buen texto, sí señor.
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