Amistad y prosperidad mutua es un principio del "Ju do" que el fundador Jigoro Kano vivió y enseño desde el origen. Es raiz, esencia del aprender a vivir. Por eso es un arte marcial que indispensablemente se practica como mínimo con dos personas, incluso en los entrenamientos. Uke que es "pájaro" y Tori que es el que ejecuta una técnica se necesitan. Entrenando Judo ( el camino de la flexividad ) se alternan los papeles. Primero uno ejecuta y el otro le deja realizar un movimiento y luego se intercambian las acciones. Asi se consigue el control de la fuerza propia y del otro hasta que su armonía de contrarios ejecuta una perfecta música del cuerpo y mente, sin pensamiento.
No hay pues, en Judo, una idea de individualidad posible. Si no progresan ambos el entrenamiento se estanca. Esa idea, tan socializadora, fundamenta una colaboración que es ejemplo vital de actitud frente a la convivencia. Y es motor de cambio. Un cambio basado en la ley del mínimo esfuerzo con la máxima eficacia, la satisfacción mutua, la educación física y espiritual como un uno, la paciencia, perseverancia y humildad como un todo.
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