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RETRATO DE FAMILIA
Ciego de Ávila, provincia de Camagüey, isla de Cuba. Mi abuelo tocaba el
clarinete y tenía un cinturón con hebilla de oro.
Esto sucede en 1920, delante de una tela pintada con y pájaros que habrían
de ser multicolores.
En una calle de La Habana, recién llegado de Vigo, Leonardo Mestre le
compró a su novia una peineta de carey.
Están los dos, él lánguido de ojos y con un traje de lino. Ella, bajo la
luz de los trópicos, es bella y me mira.
Han conocido el ancho cielo y los grandes peces de los mares. Su juventud
es dichosa como la aventura que acaban de descubrir.
Entonces se han colocado para la fotografía y con ella, como el que es
alegre y vencido por el amor, entran en el hermoso sueño de la vida.
Ya nada pudo separarlos, sólo ellos saben porqué fue aquel el instante
preciso del milagro.
Yo podría continuar esta historia pero no sé si en 1920 había chevroles en
Cuba.
Juan Carlos Mestre, Antífona del otoño
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