jueves, 13 de marzo de 2008

JUAN DE MAIRENA, un necesario profesor, esencial y justo

Este va a ser mi libro de cabecera para marzo y abril. Una relectura que me recomienda una buena amiga. Porque en esto de aprender a leer y escribir, lo que más incordia es la retórica y el exceso. Y ya va siendo hora de que me aplique el cuento, de empezar por uno mismo, para no acabar siempre viendo la paja en el ojo ajeno y no sentir la viga en el propio. Así, con Juan de Mairena, me aventuro en lo suficiente. Porque nada me gustaría más que decir sin aburrir, que hablar sin agobiar. Y éste es un libro que apura y desbroza. Luego, si la vida quiere, si la química puede, será el poema.

Víktor Gómez



(Mairena, en su clase de Retórica y Poética)


-Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: “Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa”.


El alumno escribe lo que se le dicta.


-Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético.


El alumno, después de meditar, escribe:


“Lo que pasa en la calle”.


Mairena.- No está mal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias de nuevo por la recomendación; por lecturas así y como sin darnos cuenta, uno descubre precisamente el haiku.

Un ejemplo de Ampû

Así es la alondra:
una voz que cae en picado
y, cuando la busco, nada



Un saludo

Novato(res)

Jesús Ge dijo...

Como siempre, los maestros siempre aprendiendo del alumno y, a veces, enseña algo.

Un abrazo (de un maestro que no quiere dejar de ser alumno).

Jesús.