sábado, 9 de junio de 2007
RENE CHAR Y J.JORGE PADRON: Sin concesiones
¿¿EL MIEDO MUEVE EL MUNDO??
“El miedo es la gran herramienta para dominar a otras personas”
La brujería, el demonio, la tortura e incluso la guerra se han convertido en miedos pretéritos. Con el advenimiento del siglo XXI, el terror tiene forma de avión, de mochila.... y a veces hasta tiene espinillas. El miedo siempre ha sido la sombra del hombre en su devenir histórico. De todo ello El Cultural habla con el filósofo y pedagogo José Antonio Marina, que disecciona todas las capas de esa emoción atávica en su último libro, Anatomía del miedo (Anagrama). Junto a él, Ramiro Pinilla, Albert Boadella, Fernando Aramburu, Jorge M. Reverte, Enrique Moradiellos, Fernando Marías y Víctor Gómez Pin reflexionan sobre miedos propios y ajenos.
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Sherlock Holmes contaba con la ayuda de su querido Watson y la presión de Scotland Yard para investigar las muchas consecuencias del comportamiento humano componiendo un rompecabezas de pruebas, intuiciones y deducciones. Digamos que José Antonio Marina no tiene ni a Watson ni a Scotland Yard. Pero sí el resto: el espíritu investigador, la formación humanista, el instinto cazador, la urgencia por poner su vocación científica al servicio de la sociedad y hasta una irrefrenable adicción... a la botánica. En más de veinte ensayos, entre los que se encuentran Elogio y refutación del ingenio, La inteligencia fracasada y Por qué soy cristiano, José Antonio Marina ha recorrido el laberinto sentimental humano, investigando la inteligencia creadora –su gran fascinación–. Ahora publica un nuevo ensayo, Anatomía del miedo (Anagrama) un “Tratado sobre la valentía” en el que explora nuestros terrores sociales e individuales y que coincide en las librerías con La revolución de las mujeres: crónica gráfica de una evolución silenciosa (J de J).
–De las emociones que aparecían en su Diccionario de los sentimientos ¿era la anatomía del miedo la que más necesitaba ser diseccionada?
–El Diccionario... y El laberinto emocional trazaban un mapa general del mundo de los sentimientos, pero dentro de aquéllos había algunos muy importantes que me interesaba analizar mejor y que están relacionados con ese proyecto mío de crear una teoría de la inteligencia que empiece en la neurología y termine en la ética; mis obras no son sino capítulos de ese único libro. El miedo es el mejor ejemplo de este tipo de estudios, ya que se ha tratado mucho por la neurología, y su antídoto, la valentía, es lo que conduce a la ética.
–¿A qué temores se ha enfrentado a la hora de elaborar este libro?
–Mi mayor miedo era dejar algún aspecto sin tratar debido a la complejidad del asunto. Por eso manejo una bibliografía muy amplia. El tema de la valentía está poco estudiado,y una de las cosas de las que me he dado cuenta durante la elaboración de este libro es que la valentía es el origen de la vida ética. La inteligencia se despliega cuando se enfrenta al miedo y no se deja dominar.
El peligro de la imaginación
–¿Cómo se elabora un sistema filosófico a partir de una realidad científica como es el miedo?
–Mi idea de la filosofía es muy particular. Para mí la filosofía es un servicio público y eso significa que quienes nos dedicamos a la investigación tenemos que salir a la calle y preguntar a la gente qué es lo que les inquieta, investigarlo y luego explicarlo. Hay filósofos que se dirigen a un público muy concreto. En mi caso, la ventaja de dirigirme a un público muy amplio es que ellos no dan nada por sabido y eso permite aclarar ideas, explicarlas desde el principio. En el caso del miedo, éste es una emoción presente en todas las especies animales; la diferencia es que mientras que en los animales el miedo es un peligro presente, en el hombre puede ser un peligro inventado. Es decir, su capacidad de imaginar amplía también sus miedos. Eso le convierte en la especie más miedosa.
–Algunos filósofos como Descartes o Spinoza han considerado el miedo como una pasión vil e inútil. ¿Confundían el miedo y la cobardía?
– Es una confusión muy común. Una cosa es la capacidad de sentir miedo, y eso no lo podemos dominar, y otra es actuar con cobardía, y eso sí entra bajo el dominio de la conducta, de aquello que podemos controlar. Cuando se interpone la voluntad el hombre está dando un salto cualitativo respecto a otras especies.
–¿La valentía es fruto de la voluntad?
–Es el fruto de la libertad. Hay que diferenciar entre lo que llamamos valentía –pero que en realidad es bravura porque es acometida a ciegas y con apasionamiento– y la verdadera valentía, que es algo fruto de la conciencia y la determinación. El valiente es el que, conociendo el miedo y a pesar de él, actúa.
–¿Y por qué de todas las emociones el miedo es la que aparece con más fuerza en la historia?
–Porque es el mayor movilizador de conductas que existe: es fácil de provocar, fácil de conseguir y muy duradero. Todas las personas que han querido dirigir al ser humano han utilizado el miedo. Y de eso se ha servido buena parte de la política (Maquiavelo decía que es más deseable para un gobernante ser temido que ser amado) y de la religión.
–Después del 11-S ¿ha cambiado lo que nos provoca miedo?
–Por supuesto, pero más en unas sociedades que en otras. En la norteamericana ha cambiado mucho.
–¿Y en la española, a consecuencia del 11-M?
–Ha sido distinto, porque la sociedad española ya convivía con el terrorismo, en este caso con el de Eta. Y una de las consecuencias de convivir con el miedo es que éste pierde su poder. Por eso nuestra respuesta al 11-M ha sido muy distinta a la norteamericana ante el 11-S. A nosotros nos sorprendió pero no aumentó el sentimiento de miedo al terrorismo.
–¿Y hacia otras cosas?
–Sí, ahora tenemos otros miedos más cotidianos: a la violencia callejera, a la proliferación de la violencia en los centros de educación... Y eso ha hecho aumentar la seguridad privada (alarmas, vigilancia, etc). Antes la seguridad de los ciudadanos era responsabilidad del Estado. Ahora nos sentimos amenazados, pero es una amenaza difusa. Nos sentimos vulnerables.
–¿Por qué amenaza difusa?
–Porque cada uno sitúa el peligro según su experiencia personal y donde sus prejuicios le lleven. En el campo del miedo tenemos que distinguir entre la aparición del peligro y el sentimiento de vulnerabilidad. Después del 11-S apareció el peligro del terrorismo, pero ahora convivimos con el miedo a la vulnerabilidad. La sociedad que antes se sentía segura se ha dado cuenta de que no lo es tanto.
–¿Y cómo se puede combatir eso?
–Cuando en los años 50 los rusos lanzaron el primer satélite espacial, el Sputnik, en los Estados Unidos se produjo un sentimiento de vulnerabilidad al ver que habían sido adelantados tecnológicamente. Pero los norteamericanos, que son muy pragmáticos, decidieron combatir ese miedo superando la causa del mismo, y poco después lanzaron su propio satélite. La mejor forma de luchar contra un miedo es actuar sobre él.

DE FRANCISCO, Itzíar
JUAN JOSE MILLAS: EL TOPO
El topo, de Juan José Millás en El País
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Un escritor malo recibió de su organización colegial la orden de infiltrarse entre los escritores buenos para estudiar sus hábitos, sus formas de vida, sus contactos. El escritor malo sedujo a una novelista de prestigio que le abrió su casa y bajo cuyo techo escribió, para disimular, novelas buenas que fueron muy jaleadas por la crítica. Y aunque hay escritores buenos que a veces, sin querer, publican libros malos, él, para evitar sospechas, sólo entregaba al editor productos de primera calidad, con mucho monólogo interior y abundancia de oraciones subordinadas. Cada quince días enviaba a los suyos un informe en el que relataba el modo en que los escritores buenos se relacionaban con las editoriales, con el mundo académico, con los periódicos, y en el que daba cuenta también de las marcas de sus colonias, jabones o desodorantes.
Pero hete aquí que la escritora buena, lo sorprendió en cierta ocasión, sin que él se diera cuenta, escribiendo a hurtadillas (qué rayos querrá decir a hurtadillas) una novela mala. Tras esperar a que saliera de casa, revisó el disco duro de su ordenador, descubriendo que practicaba en secreto una literatura previsible, costumbrista, plana, sin ambición formal, etc. Descubrió también los informes que enviaba periódicamente al otro lado, revelando los secretos más íntimos de sus colegas. Dividida entre la fidelidad al amor y a la literatura buena, optó finalmente por ésta denunciando a su amante ante el Comité Nacional de Escritores Buenos, cuyas autoridades procedieron a su detención, aunque le perdonaron la vida a cambio de que en el futuro actuara de topo entre los escritores malos para descubrir sus fórmulas, sus trucos, su cocina.
HAIKUS EN COMPOSTELA, CAMINO Y MEMORIA: VERSOS DE MILA
Por el camino
tres huellas va dejando
el peregrino.