lunes, 10 de marzo de 2008

EDUARDO MILAN: fuera de lugar

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«El hombre no perdió lugar porque la poesía lo perdió. La poesía perdió lugar, o nunca lo tuvo, porque el hombre se desajustó. Digo, hoy nosotros no podemos, creo yo, plantear alternativas o salidas artísticas o estéticas que no refieran a una generalidad. Es como querer hacer poesía fuera de la Tierra. Si yo pienso a la poesía como un producto humano, aunque sea vehículo de otro tipo de voces, y aunque se pueda considerar a la poesía como vehículo de un habla extraña -un habla de la divinidad, un Don, o como se quiera plantear- tiene que pasar por el medio que es lo humano. Porque lo humano es justamente una posición de mediación entre dos órdenes; y si uno no recoloca o resignificación al hombre como mediador entre los órdenes, la poesía va a estar siempre fuera de lugar. Siempre va a estar fuera de lugar, porque antes tenía el lugar de la mediación; cuando se pone en el lugar de la no mediación o cuando quiere ser otra cosa que mediación, ahí se pierde. Yo estoy por reponer o resignificar el lugar de la mediación. Es ahí donde se da el problema para mí».


Eduardo Milán

Gloria Gervitz: la poeta exiliada

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Porque morimos solos.
Y la muerte es apenas el despertar
de este sueño primero de vivir
y dijo mi abuela a la salida del cine
Sueña que es hermoso el sueño de la vida,
muchacha.


Gloria Gervitz

MARCOS CANTELI: profundidad y retorno

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“El poema abre huecos, horada. Ver la poesía como un proceso, un largo camino”.
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Marcos Canteli
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Una voz que apresa significación sin revelar su secreto, sin vulnerar su oscuro vientre. Una poesía que dialoga con la mirada del pintor, que no supone lo visto, que desde el no lugar habla. Así, Marcos Canteli (Bimenes, Asturias, 1974) nos invita a deambular, como quien atraviesa una selva en plena noche, abriendo trocha, escuchando lo intuitivamente necesario, lo no previsible. Ya no los pájaros, sino la huella de su canto, anticipan el después de la madrugada.

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Son, como en el lienzo del pintor, rastros de lo no palpable, presencia que interroga, ausencia sin olvido, 'nido blanco'.

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Todo su poemario, Reunión, (publicado en junio de 1999) es el salto a la profundidad y retorno, la querencia del nómada, sin otra lectura posible, que la que en cada reencuentro incendie el ser en su búsqueda, en su osadía, bajo el cielo abierto, en la imposibilidad de poseer el canto, una vez entregado al desierto.



Víktor Gómez






Bernado Sanjurjo




1




La estaca en el ojo
nunca varía,
la sombra se impone
al paisaje; verde, rojo, azul:

algunas flores resisten
este nacer.


2

Me dicen
agua negra, estuario;
pero ahí yace otra profundidad:

lo mate, concentrado,
se vuelve poroso como una roca,
crece un musgo vegetal.

Eso que salpica y asciende,
también arrastra.

Brillo ,
en esta marea no hay margen.
Todos vamos.

Marcos Canteli
Del libro publicado en Icaria, "Reunión"


ISABEL PEREZ MONTALBAN: entre la renuncia y la resistencia, sin doblar las rodillas

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"Cuántos mundos se inventan
y cuántas utopías se relatan
en los pulcros ensayos de los economistas.
Es lectura mortal: los criminales
se entrenan en sus páginas."

Isabel Pérez Montalban



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TORTURA


Compañera, te apagan y te enciendes:

de tanta ligereza me recubro
que me filtro como aire por las materias sólidas.
Los párpados ignoran cómo abrirse,
al golpe soy retráctil
y el espejismo de una madre
llega a cuidarme las heridas
que me deja el verdugo.
De tanta ligereza
que tiemblo de humildad en un rincón oscuro,
que sueño con banquetes de ratones y arsénico,
y este equipaje de huesos parece
un hotel donde vegetan los días,
revueltos avisperos del insomnio.
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Isabel Pérez Montalbán

Poema extractado del artículo (entrevista y antología de poemas)
que le realiza David Franco Monthiel en:

ANTONIO MENDEZ RUBIO: La escucha que no desunió (Para no ver el fondo)

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16.
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Madrugo para poder pensar: noche y aún estaremos juntos.


Muro por muro es la visión más fiel.


La mañana no consiste en esto. Y hay ahí una pregunta: ¿qué celebrar, qué conmemora este instante, además de otro instante inseguro?. Y hay ahí también respuesta: la escucha que no desunió, lo único esa pasión. Asombro de la voluntad.


Sólo perder. No es más que la ocasión de abrir.


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Antonio Méndez Rubio
'Para no ver el fondo'
Libro IV. maniobra. poema 16