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Los frutos derribados
al borde del camino
se deshacen y endulzan
la tierra con su pulpa,
se funden con la tierra,
el gran fruto caído,
pulpa para el abismo.
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Las cenizas des-
moronadas en
el cenicero
humean pero
la brasa del cigarro
que se consume nos
dice que el pájaro
todavía es posible.
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Inspiro. Y sólo me separa
del universo la débil
veladura de la carne.
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Carlos Izquierdo, joven poeta valenciano, de su poemario inédito Los cuatro elementos (2010-2011)
4 comentarios:
me han gustado mucho. felicidades!
Ea, pues me alegro, SaRaX, le trasladaré al autor tu amable lectura.
Un beset
Vik
Me ha encantado descubrir estos poemas. Sabes si tiene algún libro publicado?
Diana
vaya, três, coincidimos no sólo en el gusto, sino en la extrañeza. No, no tiene libro publicado. Es complejo el mundo editorial y este aunque joven, intenso poeta, lleva desde su más tierna juventud trabajando y ha cultivado la poesía en la intimidad y su círculo más próximo (su mujer, algún amigo y yo). Una de las ideas de este blog es posibilitar por la divulgación de lo no mercantil o convencional, poesía que merece ser leída, compartida. Ojalá con su solvente singladura y el tiempo devenga en algún libro publicado. No lo dudo, es sólo cuestión de tiempo.
Gracias por pasar y dejar tu huella
Vik
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