domingo, 13 de octubre de 2013

DOS ENTREVISTAS INÉDITAS A EDUARDO MILÁN

elMontevideano - Laboratorio de Artes: DOS ENTREVISTAS A EDUARDO MILÁN: por María Inés Castro UNO: “IGNORANCIA ES TAMBIÉN NO SABER DÓNDE SE ESTÁ PARADO, DESDE DÓNDE SE HABLA (reportaje recuperado de...



La poesía es algo sin lo cual no puedo concebir mi existencia. No puede, en mi caso, resultar de otro modo después de más de casi 40 años en el tema y la gran mayoría de esos años en la escritura. Podría, como es común, no haber escrito ni una palabra poética. No sería el que soy. De modo que no puedo separar ser y hacer en este caso. Luego, un poco más contextualizado el tema, la poesía significa para mí estar en el terreno de los huesos duros de roer. Hay quien toma la práctica poética como algo “habitual”. Es totalmente falso. Uno se habitúa a la poesía. Pero si hay algo que la poesía no es nunca es “habitual”, una calle, una silla, un naranjo. No en este tiempo, sí tal vez en otro en el que la relación humana con lo que considera esencial fuera una práctica de cierta frecuencia. En todo caso, hacer hábito de la poesía me parece lo que aparta a un poeta de alguien que no es poeta. Uno se habitúa a lo inhabitual. La poesía es tan extraña como la vida cuando es considerada con énfasis (para parodiar a Drummond de Andrade). ¿Un poco de chispa, no? Un poco de fuego, por el aro de fuego. Y un poco más adentro, la poesía es un terreno donde se debate a cada momento su posibilidad. Esto es histórico, no esencial. Seguimos sin saber qué es la poesía desde un punto de vista social o cuál es su lugar en una agrupación humana, su relación con la tecnología, con el resto del arte y sus nuevos soportes. Y esto, estas preguntas que se formulan, si recuerdas, desde el siglo XIX, desde el romanticismo alemán, desde Hölderlin: “¿Para qué poesía en tiempos de penuria?” (hay otra versión más polémica y secular, pre-nihilista, que dice: “¿Para qué poesía en tiempos sin dioses?”), son las que retrotraen el problema hacia su debate verdadero. Lleva al molino de la poesía -“alimento del espíritu”. Lo cierto es que la poesía es totalmente necesaria para quien la quiere.