jueves, 27 de marzo de 2008

PAUL VALÉRY: Cuadernos (I)

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Todo dispositivo poético se basa en un hecho matemático encubierto. (1902. Sin título, II, 703)
Paul Valéry




"¿Qué lleva a un hombre durante más de cincuenta años, a levantarse muy temprano (entre las cuatro y las cinco de la mañana) y a escribir durante unas tres o cuatro horas acerca de los temas más diversos? Al alba, un hombre piensa, escribe, dibuja."


Andrés Sanchez Robaina comienza así, en la contraportada del imprescindible libro publicado por Galaxia Gutenberg "CUADERNOS" al que iré dedicando días y espacios en este blog porque es un material intelectual de una calidad, profundidad y anticipación cultural impensable.

Es de por sí una selección muy cuidada sobre la voluminosa obra de más de 26.500 páginas que a lo largo de su vida nos legó Valéry.


Quizá la manera de aprender a pensar sea contrastando nuestras ideas con las de un hombre pertinaz, osado, sabio, con 'una obsesiva voluntad de conocimiento' que sobrepasa la razón, la imaginación, lo previsible.


Víktor Gómez




Hay PROSA cuando los elementos fonéticos del discurso aparecen libres de cualquier condición prefijada -y no ligados entre sí por repeticiones, apoyaturas o equivalencias del tiempo *.

Por analogía podríamos llamar prosa al discurso en el que los elementos significativos -aquí, oraciones- se mueven por entero en el campo de las representaciones y las asociaciones -sin respetar otra unidad que no sea la exterior al propio discurso y que procede del individuo siempre necesariamente supuesto.
* Un lector puede cambiar con su voz los versos en prosa y la prosa en verso.

Paul Valèry

Cuadernos
(1894-1945)

ANTONIO MARTINEZ I FERRER: El grito del oasis

Antonio Martínez i Ferrer. EL GRITO DEL OASIS. Prólogo de Antonio Méndez Rubio. Ateneo Obrero de Gijón, Gijón, 2007. Seleccioné el primer poemas y los dos últimos. Y dejo palabras del prologuista, Mendez Rubio, sobre esta obra:

" Una poesía que, al menos en una de sus posibles lecturas se concibe como una exploración y extremación de la crisis del mundo, del mundo como vivencia de la catástrofe." Antonio Méndez

Es sin lugar a dudas un grito. Encierra belleza la triple forma de sus voces y el sugerente diálogo, entre agónico y combativo, desde el que nos interpela esta poesía social, humanísima, arriesgadora de su vital resistencia a los desconsuelos y abusos de los canallas.

Víktor Gómez


-2006-


Palestina, Líbano, Irak


La voz escoje un tiempo

para escarbar

dentro de sus angustias.


Tres encuentros

entre los escombros

de la ignominia.


Tres lados del vómito.


Tres lados de la angustia.


Tres lados de la indiferencia,

en medio de un océano

de holocaustos.


*


*



¿nadie pedirá cuentas

de tanto crimen?


Que será de los niños.


Los de arena.


Los de barro.


Los de asfalto.



*


*


Recojeré el futuro

y lo esconderé

en el olvido de un sueño hermoso.


En la mañana siguiente,


con desvergonzado atrevimiento


me vestiré de primavera

para tí...




El grito del oasis.
A. Martinez i Ferrer
Ed. Ateneo Obrero de Gijón.


ANTONIO MENDEZ RUBIO: La tarea de pensar, el riesgo de aventurarse a ser. La forma sin etiquetar.

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Recojo tres textos de Antonio Méndez, uno ensayístico sobre que es y como escribir (en referencia a la poética de Aníbal Núñez) y dos poemas.


Supone siempre un temblor acercarse al habla de Méndez Rubio. Exponerse al margen, llegar al punto de saltar. Osar al extramuros. Asumir la posibilidad de lo otro. Resistir. ¿A qué? preguntaría Susana Díaz (autora de (Per)versiones y convergencias entre otros libros). ¿Quizá al falaz constructo racionalista del Orden Establecido que sostiene 'un mundo de rumbo equivocado'(*) , a la cultura masiva y al simulacro impuesto por los Mass Media y Agentes Culturales dominantes? diría yo.


De cualquier manera, os invito a leer, al riesgo de la aventura de ser, de ser críticos y sensibles. De escuchar en la voz del poeta ese mundo otro.


Los poemas son autónomos. Tienen sed de relectura. Y no han depositado en la coloquial razón ni en la evidencia su semilla. Ni creo que sean refugio, ni punto de llegada. Eso si, son la voz excelente y madura de nuestra mejor poesía en castellano.



(*) es frase extraida también de un ensayo de S. Díaz


Víktor Gómez









"Un cambio en la forma es un cambio en la realidad"


Jerome Rothenberg




En una palabra, lo que se espera de un signo es que nos lleve a algún sitio. Al menos, es lo que se busca demasiado a menudo. Así que, sabiéndolo o sin saberlo, acaba por haber en la significación una necesidad de desplazamiento, de viaje, de un nomadismo no siempre asumido ni por nosotros ni por el signo. El significado, la razón de lo que se dice, puede de hecho decir lo contrario, pero en la raíz del decir permanece esa potencialidad del traslado, o del desvío, que es también la semilla de lo esquivo. Quizá por eso la repetición le es inherente al signo: de ella se obtiene la confirmación del lugar adonde se ha de ir, a donde ya se ha ido -que no es poco-. Sin repetición entonces, un signo irrepetible, por la misma lógica, sería como si uno hubiera ido hasta un sitio sin saber a qué sitio ni tampoco que se hubiera ido. Sería sin duda un signo peligroso, cuya proximidad con el extravío sería excesiva, extemporanea, demasiado libre. Ayudaría a afrontar lo que es quizá irreconocible, ciego, por tener que ver con la lucha por apurar la razón del lugar donde se está.




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(Fragmento inicial de "Un peligroso signo" que escribiera Antonio Méndez en las jornadas que en abril del 2007 se celebraran en Valladolid en torno al poeta Aníbal Núñez y que se recoje en un valioso libro "MECANICA DE VUELO" que bajo la edición de Miguel Casado, publica el Consorcio del Círculo de Bellas Artes - Ediciones Pensamiento ISBN: 978-84-87619-25-0)




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Y todo
es gracias a tu caída,
sin que nadie haya tenido que hacer nada,
en un umbral de verdad, por
debajo de un musgo que se aparta
aún. Se ve el ir
de las nubes. Me
cambia la voz
solamente de ver un árbol.

Te puedo dar mi palabra.



















DE UN CUADERNO


Huele a lluvia de noche,
a alguna nube más blanca.

En cuanto a los demás
hablan por la falta de tiempo
pero no a nadie
y no contra el silencio. Es como si
fuera una cura de palabra
que ni
dentro de su cuerpo está a salvo
-¿de qué? ¿de quién?...

Sé que va a volver el frío
a encaramarse en los tilos,
aquí.
La recuperación,
como le pasa al pasado, a la paz,
no es un lugar seguro.