
NOCHEBUENA (24 de diciembre)
Último día en Roma
El cierre de un ciclo reciente
es tan difícil para el corazón,
he abandonado muchos hábitos en la vida
y ya casi nada me hace falta.
Creo que los pinos de komarovo
hablan en su propia lengua
y como primaveras aisladas
se yerguen en los charcos, bebiéndose el cielo.
Anna Ajmatova