miércoles, 2 de mayo de 2007

FRANCOIS VILLON



Balada de las contra-verdades

Traducción de Carlos Alvar


No hay preocupación, más que cuando se tiene hambre;

ni servicio, más que de enemigo;

ni se saborea si no es un fardo de heno;

ni gran vigilancia sino de hombre adormilado;

ni clemencia sino de traición;

ni seguridad sino de miedosos;

ni lealtad sino del regenerado;

ni más sensato que el enamorado.


No hay engendramiento sino en los baños;

ni buena fama sino de hombre afrentado;

ni risa sino después de un puñetazo;

ni prestigio, sino tras negar las deudas;

ni auténtico amor, sino en la adulación;

ni buen encuentro, sino con los desgraciados;

ni verdadero informe, sino en la mentira;

ni más sensato que el enamorado.

Ni reposo semejante a vivir en la preocupación;

ni se puede hacer honor mayor que decir bah;

ni vanagloria, sino de falsos acuñadores;

ni salud, sino la de hombre abotargado;

ni alta osadía, sino la de cobardía;

ni razón, más que en el enfurecido;

ni dulzura, sino en la mujer aturdida;

ni más sensato que el enamorado.


¿Queréis que os diga la verdad?

No hay juego sino en la enfermedad;

palabra verdadera, sino en la tragedia;

cobarde, sino caballeroso;

sonido horrible, sino melodía;

ni más sensato que el enamorado.








Epitafio

Traducción de Rubén Abel Reches

Yace y duerme en este desván
-con sus flechas lo mató Amor-
un estudiante simple y pobre
que llamaban François Villon.
Nunca tuvo un palmo de tierra.
Sabido es que todo lo dio:
su mesa, su pan, su panera.
Rezad así, cual él pidió:


Versículo o rondel

Dad reposo eterno a este hombre
y eterna claridad, Señor *.
Ni un perejil jamás fue suyo
ni saciado se relamió.
Lo afeitaron hasta las cejas
como un nabo que en la olla dio **.

Dadle reposo eterno, Dios.
El Rigor lo mandó al exilio
y en el culo lo pateó
mientras él sollozaba: "¡Apelo!" ***
que no es muy ingeniosa voz.
Dadle reposo eterno, Dios.



* Traducción del oficio de difuntos.** Villon se queja, posiblemente, del castigo que le infligió Thibault d'Aussigny.*** Se le trató con dureza, a pesar de su apelación.













Lección de cordura a los muchachos descarriados

Traducción de Rubén Abel Reches


Perdéis, muchachos, la más bellarosa que hay en vuestro sombrero;

si marcháis para Montpipeau *,

clérigos de veloces dedos,o a Ruel *, cuidad vuestra cabeza:

pues por irse a los lados esos

y creer en apelaciones

la perdió Cayeux el cerrajero **.

Que no son el cuerpo y el almapequeña apuesta: si perdemos,

de morir cubiertos de infamiano nos salva Arrepentimiento;

y si ganamos, no es la reinaDido *** a quien poseeremos.

Hay que ser miserable o loco

para jugar tales efectos.

Se dice que al barril de vino

hasta el fondo es sabio beberlo,

ya en los bosques cuando es verano,

ya junto al fuego en el invierno.

¡Si tenéis dinero gastádlo,

que no da brotes bajo el suelo!

Bien mal habido no prospera.

¿A quién tenéis por herederos?


* En la jerga de los coquillards, "ir a Montpipeau" significa "robar mediante engaño o trampa"; "ir a Ruel" es "asaltar, robar con violencia, matar para robar".** Colin de Cayeux, hijo de cerrajero, conocía todos los secretos de la ganzúa. Fue compañero de Villon en el robo del Colegio de Navarra. Murió ahorcado en 1460.*** Dido, reina de Cartago; se enamoró de Eneas, suicidándose a su partida.**** Juego de palabras: la traducción correcta -no literal- de "les enfants trouvés" -"Niños Hallados" en nuestra versión- es "niños expósitos" (niños abandonados, encontrados en la calle). La de "enfants perdus" -"niños perdidos" en nuestra versión- es muchachos descarriados, perdidos moralmente, como hace pensar el hecho de que se encuentren con Marion l´Idole, una prostituta.

LAS FLORES PATOLOGICAS de Angel Montesinos


Las flores patológicas es el título de un libro de poesía singular, extraño en el panorama español y posiblemente en el internacional. Esto es así, afirma la consellera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, en el texto de presentación de la obra, porque descubre los abusos sexuales y los malos tratos sufridos por el narrador cuando era niño. El autor es un profesor de instituto de Valencia de 48 años, Àngel Montesinos, quien admite que sabe de lo que habla, que él fue víctima de estas agresiones en el seno de su familia, pero reclama algo más para su poemario que la mera etiqueta de libro en primera persona sobre el incesto: «El tema es la búsqueda de la propia identidad, para lo que la voz lírica retrocede a su primera infancia y habla de estas cosas. Pero no es un libro sobre abusos; es un libro de poesía que incluye este asunto». Que nadie espere, previene, «imágenes de todo lo que un padre puede hacer a un niño de tres años, pero sí hay cosas que impactan». Montesinos ha huido de las metáforas para buscar un lenguaje directo que se apoya sobre la narrativa. «Algunas personas que lo han leído lo consideran fuerte, otras lo asumen bien», afirma sobre el libro. No es escabroso, agrega, pero «llega a puntos clave». Lo más duro es la negación de los hechos por la propia familia, continúa: «Cuando la madre dice al hijo que se lo inventa». «Yo no entendía nada -explica sobre su propia experiencia- pero sí que recuerdo que yo tenía la culpa y que la familia te dice que has de callar, tenerlo en secreto». El desvelamiento de estos sentimientos, la posibilidad de las víctimas de ver sus sufrimientos en huesos de otros, es lo que da un componente terapéutico a los versos, según los psicólogos.









El poemario será presentado mañana en la Feria del Libro de Valencia por De Miguel y el catedrático de la Universitat de Girona Salvador Oliva. Bienestar Social ha colaborado con la edición (de mil ejemplares, realizada por Brosquil, que ya publicó las dos obras anteriores de Montesinos) mediante el compromiso de quedarse con una parte de los volúmenes. Entiende que es una manera de sensibilizar a través de la literatura y de ayudar a personas que puedan sufrir o haber sufrido estas experiencias. De Miguel se queda en el prólogo con la visión más esperanzadora de la obra, la del ser humano que «consigue enfrentarse a la experiencia más amarga de su vida». Montesinos duda, no obstante, de que sus versos puedan ayudar a alguien, pero los psicólogos han experimentado su eficacia, explica el poeta. Los han utilizado en seminarios con víctimas de abusos y funcionan. De lo que sí está seguro es de que hablar sobre estos hechos continúa siendo tabú. «A mí me afecta poco, pero a los niños, mucho», asevera. Por ello, se considera a sí mismo «un privilegiado», porque «he sobrevivido y puedo recordar». Pero Àngel Montesinos insiste en que Las flores patológicas (la edición es bilingüe) es más que la revelación de los abusos. Recuerda el comentario de Oliva en el prólogo, que destaca que los malos tratos infantiles son uno de los marcos de la obra, junto con el desamor (divorcio) y la depresión. A partir de ellos surge una interpretación positiva de la vida, afirma.

martes, 1 de mayo del 2007. Del periódico Levante El mercantil valenciano





PENSAMIENTO CRITICO visto por Hipólito Gonzalez Zamora

¿POR QUÉ PENSAMIENTO CRÍTICO?

JUSTIFICACIÓN:

Todo el mundo piensa; no solamente es el pensamiento parte de nuestra naturaleza sino que debemos reconocer que el acto de pensar está siempre relacionado con contenidos, no se produce en el vacío; cuando uno piensa está siempre pensando en algo o acerca de algo. Pero, mucho de nuestro pensar, en si mismo, es arbitrario, distorsionado, parcializado, desinformado o prejuiciado. Sin embargo, tanto nuestra calidad de vida como la calidad de lo que producimos, hacemos o construimos depende, precisamente, de la calidad de nuestro pensamiento. El pensamiento mediocre cuesta tanto en dinero como en calidad de vida. Por lo tanto, la excelencia en el pensamiento es muy deseable y esta, debe ejercitarse de manera sistemática.


DEFINICIÓN:

Aunque no hay unanimidad sobre lo qué es el Pensamiento Crítico, presentamos a continuación algunas definiciones que permitirán comprender mejor el concepto:

A) “El pensamiento crítico es una forma de pensar de manera responsable relacionada con la capacidad de emitir buenos juicios. Es una forma de pensar por parte de quién está genuinamente interesado en obtener conocimiento y buscar la verdad y no simplemente salir victorioso cuando está argumentando” [1].

B) Según el consenso explicitado en el Informe Delphi [2], pensar críticamente consiste en un proceso intelectual que, en forma decidida, regulada y autorregulada, busca llegar a un juicio razonable. Este se caracteriza por:

1) ser el producto de un esfuerzo de interpretación, análisis, evaluación e inferencia de las evidencias;

y 2) puede ser explicado o justificado, por consideraciones evidenciables, conceptuales, contextuales y de criterios, en las que se fundamenta.


C) Según Kurland, D.J., 1995; en sentido amplio, pensar críticamente está relacionado con la razón, la honestidad intelectual y la amplitud mental en contraposición a lo emocional, a la pereza intelectual y a la estrechez mental (mente estrecha). En consecuencia, pensar críticamente involucra seguir el hilo de las evidencias hasta donde ellas nos lleven, tener en cuenta todas las posibilidades, confiar en la razón más que en la emoción, ser precisos, considerar toda la gama de posibles puntos de vista y explicaciones, sopesar los efectos de las posibles motivaciones y prejuicios, estar más interesados en encontrar la verdad que en tener la razón, no rechazar ningún punto de vista así sea impopular, estar concientes de nuestros sesgos y prejuicios para impedir que influyan en nuestros juicios.


D) El pensamiento crítico es esa forma de pensar – sobre cualquier tema, contenido o problema – con la cual el que piensa mejora la calidad de su pensamiento al adueñarse de las estructuras inherentes al acto de pensar y someterlas a estándares intelectuales.



COMO RESULTADO DE LO ANTERIOR:

Un pensador crítico y ejercitado:
Formula problemas y preguntas fundamentales, con claridad y precisión;
Reúne y evalúa información relevante utilizando ideas abstractas para interpretarla efectivamente; Llega a conclusiones y a soluciones bien razonadas, y las somete a prueba confrontándolas con criterios y estándares relevantes; Piensa, con mente abierta dentro de sistemas alternos de pensamiento; reconociendoy evaluando, según sea necesario, los supuestos, implicaciones y consecuencias prácticas de estos y,
Se comunica efectivamente con otros para idear soluciones a problemas complejos.

Resumiendo, el pensamiento crítico es auto-dirigido, auto-disciplinado, autorregulado y auto-corregido. Requiere estándares rigurosos de excelencia y dominio consciente de su uso. Implica comunicarse efectivamente,habilidades para la solución de problemas y el compromiso de superar el egocentrismo natural del ser humano. Se necesitan entonces una serie de capacidades y disposiciones personales para poder pensar críticamente. Pero más importante aún, de acuerdo al Informe Delphi, es que exista una disposición generala pensar críticamente y el informe le da más valor a esta que a poseer las destrezas intelectuales de orden superior.Los pensadores críticos aplican rutinariamente los estándares intelectuales a los elementos del razonamiento para desarrollar las destrezas intelectuales esenciales.

















REALIZADO TENIENDO EN CUENTA LOS ESTÁNDARES INTELECTUALES UNIVERSALES

Claridad-->
Exactitud-->
Profundidad ---->
Significado

Precisión

Pertinencia


UNA LISTA DE COTEJO PARA RAZONAR
Todo razonamiento tiene un PROPÓSITO.
Tómese el tiempo necesario para expresar su propósito con claridad.
Diferencie su propósito de otros propósitos relacionados.
Verifique periódicamente que continúa enfocado.
Escoja propósitos realistas y significativos.
Todo razonamiento es un intento de SOLUCIONAR un PROBLEMA,
RESOLVER una PREGUNTA o EXPLICAR algo.
Tómese el tiempo necesario para expresar la pregunta en cuestión.
Formule la pregunta de varias formas para clarificar su alcance.
Divida la pregunta en sub-preguntas.
Identifique si la pregunta tiene solo una respuesta correcta, si se trata de una opinión o si requiere que se razone considerándola desde diversos puntos de vista.
Todo razonamiento se fundamenta en SUPUESTOS.
Identifique claramente los supuestos y determine si son justificables.
Considere cómo sus supuestos dan forma o determinan su punto de vista.
2. Todo razonamiento se hace desde una PERSPECTIVA.
Identifique su punto de vista o perspectiva.
Busque otros puntos de vista e identifique las fortalezas y debilidades que tienen.
Esfuércese por ser imparcial al evaluar todos los puntos de vista.
Todo razonamiento se fundamenta en DATOS, INFORMACION y EVIDENCIA.
Limite sus afirmaciones a aquellas apoyadas por los datos que tenga disponibles.
Recopile tanto información contraria a su posición como información que la apoye.
Asegúrese que toda la información usada es clara, precisa y relevante para la pregunta en cuestión.
Asegúrese que ha recopilado suficiente información.
Todo razonamiento se expresa mediante CONCEPTOS e IDEAS que, de manera simultánea, le dan forma.
Identifique los conceptos claves y explíquelos con claridad.
Considere conceptos alternos o definiciones alternas de los conceptos.
Asegúrese que usa los conceptos con cuidado y precisión.
Todo razonamiento contiene INFERENCIAS o INTERPRETACIONES que llevan a CONCLUSIONES y dan significado a los datos.
Infiera sólo aquello que se desprenda de la evidencia.
Verifique que las inferencias sean consistentes entre sí.
Identifique las suposiciones que lo llevan a formular sus inferencias.
Todo razonamiento tiene o fin oIMPLICACIONES y CONSECUENCIAS.
Esboce las implicaciones y consecuencias de su razonamiento.
Identifique las implicaciones positivas y negativas.
Considere todas las consecuencias posibles.
NOTAS DEL EDITOR:
[1]Hipólito González Zamora, Pensamiento Crítico y el Proyecto educativo de la Universidad Icesi, 2006, en prensa.

MANUEL CABRAL: ODA A LA PIEDRA (II)




ODA ESCRITA EN LA PIEDRA (II)


Es la América inédita,


la que estaba en el tacto,


la que estaba en la carne, como aquello que a veces se nos queda


en el vientre materno que se revienta en vida.



La América que un día se quedó entre los hombres


y creció entre sus manos como el río en el mar.
América también:


la que pinta de verde el aguacero,


la que suena en el fuerte como un tiro de paz,


la que muerde en la miga dura de tiempo el negro,


la que un poco se duerme tirada en una esquina


mientras la sangre antigua moja aun las espadas,


mientras todos los siglos caben en la garganta,


mientras el indio andino no conoce a Bolívar,


mientras por los caminos de los Andes las llamas


bajan a paso manso sin que lo sepa el mundo


una pequeña caja de pino en donde viene


tal vez no un niño muerto, sino el sueño profundo


de toda la montaña.



Ya la mañana viene sobre carretas pobres,


carretas que traen de lejos su catedral de fatiga.
Parece gente el aire que da contra la frente.


Viene la sangre niña como el agua primera.


Raíz de madrugada, canta el indio remoto.


La sonrisa se ha puesto de pie como una hazaña.


La mañana de ahora trae durezas de estatua.


Hoy la tierra que sube municipal es cósmica.


Nadie fundó la urbe... Fueron antiguas rocas


que crecieron a fuerza de pensar en las alas.


Hoy no lanza el hondero la piedra suelta al tiempo


sino que se levanta con ella misma el hombre.


Mientras pasa la muerte resucitando espadas.

MANUEL CABRAL: ODA A LA PIEDRA (I)


ODA ESCRITA EN LA PIEDRA


Hay algo mas que el viento buscando ser instinto,

algo más que la ola

que quiere andar de pie como la sangre.

Hay algo más que aquello que rezaba a las piedras,

suave como la muerte del cabello del indio,

simple como el secreto transparente del agua.



Hoy aquellos que fueron siempre mudos,

los que siempre llevaron en la sombra

la dignidad del loto que crece sobre el cieno,

se acercan a la tierra,

y echan voces por granos, como quien va regandola conciencia.



Llegan horas que nacen para la alondra insigne.

La tierra tiene ahora la cualidad del ave.

Y el horizonte crece, crece en aquellas manos

que saquearon a sangre la esperanza.


Aquellas manos simples,

que traen en los filos de picas y hachas

el oro de las minas de los amaneceres.

MANUEL DE CABRAL: POESIA DOMINICANA


Para pintar la cebra

Picasso va a la playa a ver las olas.

Este ambiguo cuadrúpedo que a oscuras

sin su disfraz de presidiario manso

se cae de un verso que me guarda llaves,

como el meteoro

que se le cae del ojo a los astrónomos.


Esta bestia con algo

de VanGogh en el cuerpo y en lo puro.
Pese al seco oleaje

del retazo de mar que hay en su piel.



Y pese

al sonoro amarillo

del canario en su lomo.

Y pese a que también

como todo animal tampoco ríe

-salvo el que piensa-...

Este curioso reo sin delitos,

que huye de raíces ancestrales

cuando alas le ponen las mariposas en el rabo ciego,

no soporta mediocres familiares,

ni siquiera al burro

que perdió desde Adán por mal de ojo

su escritura de cebra en pleno cuero.
Este relincho mudo

que una tarde sin crónicas de mafias,

dejará sus biológicos barrotes

como quien se desnuda de relámpagos.
Limpio animal que la mañana ignora

cuando la noche desgarrada en rayas

en pleno mediodía

tiembla en su piel como una bestia herida.
Para pintar la cebra

saca Picasso de su pecho sangre.





GUILLES DELEUZE: COMO LA ORQUIDEA Y LA AVISPA


“El nómada tiene un territorio, sigue trayectos acostumbrados, va de un punto a otro, no ignora los puntos (punto de agua, de habitación, de asamblea, etc.) Pero la cuestión es lo que es principio o sólo consecuencia en la vida nómada. En primer lugar, incluso si los puntos determinan los trayectos, están estrictamente subordinados a los trayectos que determinan, lo contrario de lo que sucede con el sedentario. El punto de agua no está más que para ser dejado, y todo punto es una parada y sólo existe como parada. Un trayecto es siempre entre dos puntos, para el entre-dos ha tomado toda la consistencia y goza de una autonomía como de una dirección propia. La vida del nómada es intermezzo. Incluso los elementos de su habitat están concebidos en función del trayecto que no deja de movilizarlos”.


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“ Nadie sabe lo que puede un cuerpo” es la frase de Spinoza que Deleuze repite en sus escritos. Si un cuerpo no se define por su pertenencia a una especie, sino por los afectos de los que es capaz, por el grado de su potencia, por los límites móviles de su territorio, entonces no se puede saber lo que puede un cuerpo antes de la experiencia. Por supuesto que hay algunos encuentros de los que podemos afirmar, con toda seguridad, que serán fatales (la ingestión de determinadas sustancias, el choque con determinados cuerpos), pero para el resto de posibilidades que el azar nos ofrece no podemos saber qué pasará.

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Nuestra única orientación ha de ser una preparación a la experimentación. Y esta preparación consiste en no ser imitativos, en no juzgar, en no interpretar mediante las categorías generales de lo que está bien o mal; esto es, se trata de no reducir la experiencia a lo que se nos da socialmente como ya conocido. Puesto que no sabemos qué puede nuestro cuerpo, de qué afectos es capaz, hasta dónde puede llegar nuestro territorio, hay que probar.

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Probar consiste en no juzgar a los existentes sino en sentir si nos convienen o no, si nos aportan fuerzas vitales que ampliarán nuestra potencia o, por el contrario, si nos llevan a la miseria y a la pobreza. Lo que nos conviene puede ser reconocido por dos características: crecimiento y alegría. Ambas son indisolubles. Un crecimiento que no conduce a la alegría puede ocultar la imposición de un territorio que no es el nuestro (como el caballo de carreras convertido en caballo de labranza), Una alegría que no produce crecimiento puede estar larvada de triste resentimiento (la alegría del envidioso cuando ve que le van mal las cosas a aquel al que envidia).

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Cuestión de amor y de odio, no de juicio. En el amor hay composición de un cuerpo con otro, hay devenir. El devenir es algo que sucede entre dos cosas que se encuentran, y eso que sucede no es del orden del reconocimiento ni del juicio, sino de la captura o el robo. A partir de lo que se es, del propio territorio se extraen partículas en contacto con lo que se deviene: el devenir es un proceso de deseo. En nuestros amores tenemos que ser como la orquídea y la avispa, nos dice Deleuze. La orquídea se ha dejado contagiar por la avispa, adoptando sus colores y sus formas, ha devenido avispa, no porque la orquídea quiera ser como la avispa, sino porque ha incorporado el movimiento de la avispa al suyo propio, de manera que ese devenir constituya el modo de atraer a la avispa, de formar una composición orquídea-avispa. A su vez la avispa se siente capturada por la orquídea, deviene orquídea, no porque la imita, sino porque se deja atrapar en su movimiento.

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En la amistad, en el amor, tenemos algo en común con alguien. Pero no se trata de ideas comunes, sino más bien de signos prelingüísticos comunes, por lo que el acercamiento está impulsado por una cierta percepción de esos signos. A veces el otro hace un gesto con la mano al hablar, o se sienta a la mesa de una determinada manera, o sonríe de una forma particular: percibimos el gesto lleno de gracia infinita, como si estuviera tocando el centro mismo de la vida. Otras veces se trata de frases absolutamente insignificantes –como la manera de decir que se encuentra mal o la forma de referirse a sus familiares- y que, sin embrago, nos parecen llenas de encanto. En algunas ocasiones el encanto se percibe en los momentos en que una persona pierde un tornillo y nos muestra su vena particular, su locura. En todos esos momentos se percibe algo que nos conviene, que nos revela algo, que nos enseña algo. Y así nace la amistad, el amor, que nos hace exclamar “quiero que esta persona sea mía y yo espero ser suya”. Como la orquídea y la avispa.

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Cada uno de nosotros es una combinación única, una jugada de dados particular, un modo en el que la vida se presenta: nuestras esencias son particulares. La vida que hay en cada uno de nosotros es un grado de potencia, no es algo fijo y dado de una vez por todas, sino algo en continuo devenir, crecimiento y disminución. Sin embargo, cuando asumimos una identidad, sujetamos el desarrollo de nuestra potencia de vida a los deseos y las formas propias de esa identidad que se nos incorpora. Las identidades siempre son mayoritarias: “hombre”, “blanco”, “occidental”... El yo personal se nutre de esos deseos, ideas y formas, y no deja que en él prolifere nada que no sea acorde con esa identidad. Aprisionamos la vida. Devenir comienza cuando rompemos las líneas duras del ser. Todos los devenires son minoritarios, ya no están guiados por las identidades. Cada individuo desarrollará entonces la vida en un modo particular pero no personal: las ideas, los deseos, los modos de vida que le invaden y de los que se contagia nacen y se mueven desde más acá o más allá de él mismo, de su yo. Lo individual y particular no es personal, es impersonal, cósmico, mundano.


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La vulgaridad y la fealdad están del lado del ser. Pero hay que entender que los peligros y los riesgos están del lado del devenir. La experimentación, la destrucción de la identidad personal, las líneas de fuga nos hacen bordear lo desconocido. Hay que desarrollar una gran prudencia, ser nómada sin acabar siendo exiliado. Hay que aprender a conocerse a sí mismo, experimentar pero encontrando aquello que nos conviene. Y todo ello sin morir en el intento.