jueves, 31 de julio de 2008

ARTURO BORRA en YOUKALI: Poesía, crítica y acción instituyente



Arturo Borra nos presenta en un atractivo ensayo una posible clarificación del papel del artista como creador y a su vez como agente social, no pudiendo separarse lo ético, lo estético y lo histórico en la obra de un autor, que muy frecuentemente debe escojer entre el éxito o la verdad de su obra, entre el poema o la poesía. Pero avanza más de eso, que comienza:



En alguna ocasión, T. Adorno –uno de los exponentes más célebres de la Escuela de Frankfurt– cuestionó la legitimidad misma de seguir escribiendo poesía: tras Auschwitz –como símbolo de una sociedad que ha industrializado la muerte– la escritura de un poema es “cosa barbárica” (sic)


1. Posteriormente, este autor rectificó su enunciado, generalizando el cuestionamiento: el sufrimiento también tiene derecho a decirse a través de la poesía; lo que en cambio conviene preguntarse es si se puede seguir viviendo después de Auschwitz


2. La pregunta, por más retórica que sea, no oculta su potencia crítica: después de acontecimientos históricos traumáticos de gran magnitud como los acaecidos en el S.XX, ya no debemos permitirnos una presunta ingenuidad. No hay inocencia posible del arte y la felicidad política (traducida en el ideal artístico de la pura armonía) es desconocimiento de la penuria del mundo.


Para leerlo completo, aquí, en la revista Youkali, que el ínclito Matías Escalera nos descubrió y cuida con buen criterio. De Matías además tuvimos la suerte de escuchar la lectura de su poemario "Grito y Realidad" en la libreria Primado.

Este texto de Arturo Borra recoje un tema candente y tan actual como poco atendido en sus matices y pormenores para tomar juicio y deliberar desde una visión amplia y desmitificada, critica y contracrítica, con la defensa y contra del casamiento entre "poesía y conciencia", entre "política y poesía". Una aventura apasionante que obliga a revisar nuestras creencias, razones y prácticas.


La crítica legítima de ciertos juegos poéticos –denunciados por conformistas, complacientes, superficiales o resignados– no habilita a una impugnación de todo juego poético en general24