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Ninguna obra debería, creo yo, ser valorada por su procedimiento técnico, sino por la actitud de lo que representa su acto mental, su autonomía como objeto, su capacidad de poner en marcha de nuevo la contemplación, la piedad, la misericordia, en suma, la resistencia al mal que justifique su presencia en el mundo y signifique algún tipo de aporte a la lucha por la dignidad humana, último fin de todo acto que aspire a lo estético, a la ética de la sonoridad, al elogio de la naturaleza moral de las palabras.
Juan Carlos Mestre, en una entrevista leída en ISLAKOKOTERO, aquí

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Un abrir los ojos, desde la poesía de J. Carlos Mestre, deja oir al ave pájaro
como pincela lo inadvertido, como acumula en el sueño la verdad que salta
por encima de los simulacros y nos trota en un galope noctivago sin riendas
hacia el imposible necesario. Mal que le pese a los dioses, aquí se sueña.
Es verdad cada espuma y cada trébol
y la crin del violonchelo, acorde al tambor de uñas blancas
como el pan tierno,
¿sólo musica son o son el pan de nuestra inmortalidad?.
El poeta es traído en un caballo nieve...
La imaginación que tiene una llave es como un faro en la niebla para el que
en la deriva desiste de toda esperanza y de pronto es guiado por una luz:
no le lleva sino a donde ya sabía el corazón,
no le obliga ni le salva ni le exilia aunque sí,
aunque es un si a todo lo invisible, a todo lo irreal, a toda la bondad del Arce
y las fuentes.
Notario de la ebriedad y los ayunos, bendice su canto cada huérfano o mendigo.
Pierde el amo, se extravía el coronel, abdica la tirana, se suicida la serpiente.
Si "las estrellas son para quien las trabaja"
oficia este humilde Ángel desde los años sin término
un techo a nuestra cuna,
una nana a nuestro insomnio, como aposento inviolable de la ternura,
como justo Casal de los desterrados.
Víktor Gómez

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ASAMBLEA
Queridos compañeros carpinteros y ebanistas,
les traigo el saludo solidario de los metafísicos,
también para nosotros la situación se ha hecho insostenible,
los afiliados se niegan a seguir pagando cuotas,
a partir de este momento la lírica no existe,
con el permiso de ustedes la poesía
ha decidido dar por terminadas sus funciones este invierno,
no lo tomen a mal,
pero aún quisieramos pedirles una cosa,
mis viejos camaradas amigos los árboles
acuérdense de nosotros cuando canten La Internacional.
Juan Carlos Mestre
Las estrellas para quien las trabaja