sábado, 8 de marzo de 2008

EDUARDO GALEANO: Días y noches de amor y de guerra

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El intelectual uruguayo Eduardo Galeano escribió este libro para no olvidar, para dejar la crónica de un tiempo y muchos lugares, "una conversación con su propia memoria" que deja al descubierto las injusticias con nombres y apellidos que se han ido perpetrando con impunidad en América Latina en los últimos decenios del S. XX.
Leer a Galeano me resulta oxigenante. Respiro hondo. Se abren mis pulmones y el mirar se hace transparencia, traspasa la superficie, retorna a los pequeños detalles o desmenuza las osadías (tergiversadas después) de un sistema realmente cruel.
Dejo textos en tono sugerente, pero advierto y recomiendo un libro que desvenda las heridas y nomina a los maltratadores de una sociedad confinada a palos en el presente sin memoria.

Víktor Gómez




Pero hay que saber elegir


¿Cuántas veces hemos confundido la bravura con las ganas de morir?.

La histeria no es la historia ni un revolucionario es un enamorado de la muerte.

La muerte, que un par de veces me tomó y me soltó, a menudo me llama todavía y yo la mando a la puta madre que la parió.




A mi me hicieron de barro, pero también de tiempo


Desde que era gurí, supe que en el Paraíso no existía la memoria. Adán y Eva no tenían pasado.
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¿Se puede vivir cada día cómo si fuera el primero?











Ocurrió esta tarde, en el andén, mientras esperaba el tren a Barcelona. La luz encendió la tierra entre las vías. La tierra tuvo de pronto un color muy vivo, cómo si se le hubiera subido la sangre, y se hinchó bajo las vías azules.
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Yo no estaba feliz, pero la tierra sí, mientras duró ese largo instante, y era yo quien tenía conciencia para saberlo y memoria para recordarlo.
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El sistema
El torturador es un funcionario. El dictador es un funcionario. Burócratas armados, que pierden su empleo si no cumplen con eficiencia su tarea. Eso, y nada más que eso. No son monstruos extraordinarios. No vamos a regalarles esa grandeza.