domingo, 9 de marzo de 2008

JULIO OBESO recitará a JUAN GELMAN y ANTONIO GAMONEDA este lunes en Noreña (Asturias)

En casa del poeta alzireño Antonio Martinez i Ferrer, Julio y Victor atendiendo animadamente las instructivas y enriquecedoras palabras de Antonio Martinez, Jr (Ed. Germania). Junto a Julio Obeso asoma la cabeza de Angelines, mujer de A. Gamoneda, inmensa y generosísima compañera junto al gran poeta leonés.
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Fragmento de una de las cartas (8-marzo-08), de Julio Obeso a su compa valenciano, Viktor Gómez, que os participo:


El lunes día 10 de Marzo, a las 20 horas, en el salón de actos de la Casa de la Cultura Severo Ochoa de Noreña, organizado por la Asociación Cultural “CONTIGO” tendrá lugar un recital de poesía dentro del -IV Congreso Internacional José Agustín Goytisolo- iniciativa “Asturias entre versos”.


Durante el acto se leerán poemas de varios autores vinculados a los 50.
Esmeralda Sánchez y Julio Obeso de la Asociación Poética Caudal, participarán con la lectura de poemas de Ramón García Mateos, Antonio Gamoneda y Juan Gelman.

Ese mismo día habrá actos similares en
Gijón: Ateneo Jovellanos
Grado: Aula de las Metáforas
Langreo: Cauce del Nalón y Voces de Chamarmé

Pravia: Ayuntamiento y Asociación de Escritores de Asturias

Así mismo entre los días 12 y 14 de Marzo en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo y en el Monasterio de Valdediós, tendrán lugar diversas conferencias y actos culturales así como un concierto de Paco Ibáñez y Goliardos en el Teatro Filarmónica.
Estos son algunos de los poemas que elegí para recitar:








Mª José y Julio Obeso, en otoño 2007.


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DEL LIBRO “DEL FRÍO” (A.GAMONEDA)

-I-

Vigilaba la serenidad adherida a las sombras, los círculos donde se depositan flores abrasadas, la inclinación de los sarmientos. Algunas tardes, su mano incomprensible nos conducía al lugar sin nombre, a la melancolía de las herramientas abandonadas. Cada mañana ponía en los arroyos acero y lágrimas y adiestraba a los pájaros en la canción de la ira: el arroyo claro para la hija dulcemente imbécil; el agua azul para la mujer sin esperanza, la que olía a vértigo y a luz, sola en el albañal entre banderas blancas, fría bajo la sarga y los párpados ya amarillos de amor. Era incesante en la pasión vacía. Los perros olfateaban su pureza y sus manos heridas por los ácidos. En el amanecer, oculto entre las sebes blancas, agonizaba ante las carreteras, veía entrar las sombras en la nieve, hervir la niebla en la ciudad profunda.










Recitando en Gijón, en Pub El Trisquel, en febrero 2008



-II-


Recuerdo el frío del amanecer, los círculos de los insectos sobre las tazas inmóviles, la posibilidad de un abismo lleno de luz bajo las ventanas abiertas para la ventilación de la enfermedad, el olor triste de la sosa cáustica. Pájaros. Atraviesan lluvias y países en el error de los imanes y los vientos, pájaros que volaban entre la ira y la luz. Vuelven incomprensibles bajo leyes de vértigo y olvido. No tengo miedo ni esperanza. Desde un hotel exterior al destino, veo una playa negra y, lejana, los grandes párpados de una ciudad cuyo dolor no me concierne. Vengo del metileno y el amor; tuve frío bajo los tubos de la muerte. Ahora contemplo el mar. No tengo miedo ni esperanza. Eres sabio y cobarde, estás herido en las mujeres húmedas, tu pensamiento es sólo recuerdo de la ira. Ves la rosas temibles. Ah caminante, ah confusión de párpados. Hay una hierba cuyo nombre no se sabe; así ha sido mi vida. Vuelvo a casa atravesando el invierno: olvido y luz sobre las ropas húmedas. Los espejos están vacíos y en los platos ciega la soledad. Ah la pureza de los cuchillos abandonados. Amé todas las pérdidas. Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.

(Gamoneda)












-III-


DEL LIBRO “LOS POEMAS DE SIDNEY WEST” (J.GELMAN)
LAMENTO POR EL SAPO DE STANLEY HOOK

stanley hook llegó a Melody Spring un jueves de noche
con un sapo en la mano
“oh sapo” le decía “sapito mío íntimo mortal y moral y coral
no preocupado por esta finitud
no sacudido por triste condición furiosa” le decía
“oh caballito cantor de la humedad oh pedazo esmeralda”
le decía stanley hook al sapo que llevaba en la mano
y todos comprendieron que él amaba al sapo que llevaba en
la mano
más allá de accidentes geográficos sociológicos demográficos
climáticos
más allá de cualquier condición
“oye mío” decía “hay muerte y vida día y noche sombra y luz”
decía stanley hook “y sin embargo te amo sapo
como amaba a las rosas tempranas aquella mujer de Lesbos
pero más y tu olor es más bello porque te puedo oler”
decía stanley hook y se tocaba la garganta
como raspándose el crepúsculo que entraba y avanzaba y le ponía
el pecho gris
gris la memoria feo el corazón
“oye sapo” decía mostrándole el suelo
“los parientes de abajo también están divididos ni siquiera se hablan”
decía stanley hook “qué bárbara tristeza” decía ante el asombro
popular
los brillos del silencio popular
que se ponía como el sol
esa noche naturalmente stanley hook se murió
antes dio terribles puñetazos a las paredes de su cuarto
en representación de sí mismo
mientras el sapo sólo el sapo todo el sapo
seguía con su jueves
todo esto es verdad:
hay quien vive como si fuera inmortal
otros se cuidan como si valieran la pena
y el sapo de stanley hook se quedó solo





Mª Jesús, Julius, Esmeralda y Armando, de "Palabras Sentidas" , con los que he compartido poesía y tertuliana amistad, allá en Gijón, la sufrica y valerosa tierra más acojedora del mundo.