domingo, 22 de abril de 2007

LI PO, TU FU

Li Po fue el poeta más famoso y popular de la dinastía Tang (618-907 d.C.), época que se caracterizó por ser un periodo de gran apertura en China. Se considera como la edad de oro de la literatura, de la cual se conservan alrededor de 50 mil poemas. Li Po fue taoísta y habría escrito más de 20 mil obras, dedicándose a una poesía lírica e individualista con la que cantó bellamente a la naturaleza y especialmente al vino, a pesar de encontrarse en uno de los períodos más convulsionados de la historia china. Desde muy joven viajó por todo el territorio chino; y según cuentan murió ahogado tratando de abrazar el reflejo de la luna en el río Yang-Tse.

Tu Fu (712-770 d.C.) fue un poeta que destacó no solamente como tal, sino también como un feroz e incisivo crítico de los abusos del poder de la dinastía Tang, aunque -como Li Po- salió de la academia fundada por el emperador Hinang Tsung. Con las guerras expansionistas desarrolladas por China durante todo el período, insinuó la cercanía del final de la civilización tal cual la conocía.




Balada de Qiupu (XV)


Mide mil varas mi blanco cabello,

y mi tristeza es igual de larga.

Me miro en el brillante espejo,

y no sé el porqué de esta otoñal escarcha.


* * *


Regresando solo del paseo

Embelesado por el vino,

me olvido del crepúsculo,

hasta que los pétalos cubren

los pliegues de mi túnica.

Embriagado, me levanto y regreso,

llevado por la luna del arroyo.

Los pájaros se han ido,

y yo me quedo solo.



* * *


Contemplando la cascada de la montaña Lushan

El sol enciende el Pico de Incensario,

que exhala un vapor violáceo.

Lejos una cascada

cuelga de la montaña.

En un vertiginoso vuelo

rueda mil pies hacia abajo.

¿Estará la Vía Láctea cayendo

de lo más alto del cielo?





Canto a los ocho dioses del vino

Dedicado a Li Po)


Una jarra de vino te inspira cien poemas,

y duermes ebrio en una taberna.

Aunque te llama el soberano,

rehúsas acudir a la audiencia.

Y le contestas:―Perdón, Majestad.

Lo siento. No puedo.

¡Yo soy el Dios del Vino!



Combatiendo en la fronteraVI

(Reflexiones del soldado)

Si hay que tensar el arco,

ténsalo con toda fuerza.

Si hay que escoger una flecha,

escoge la más larga.

Para tumbar al jinete,

tumba primero su caballo.

Para derrotar al enemigo,

captura primero a su cabecilla.

Hay fronteras para cada país,

que deben ser respetadas,

y hay límite para matar:

Una vez que se contiene la invasión,

¿es justo causar más muerte?

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