lunes, 25 de agosto de 2008

ANTONIO GAMONEDA Y ANGEL GONZALEZ: yuxtaposiciones de lo (po)ético

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"No recuerdo un invierno tan frío como éste."
A. González

"Olvida la nieve, vive /con los tuyos, desciende / a la ternura. Este /es tu país."
A. Gamoneda


Antonio Gamoneda y Angel González fueron compañeros primero, después amigos y al final exiliados del tiempo que rebasa toda yuxtaposición y deriva entre lo no visto y el afán en el no-lugar de la poesía gamonediana, tanto como en el concreto lugar del agua angelgonzalina. Estuvieron léjos, cerca, léjos, entre, léjos y en su edad como en su otoño, radicales y admirables. ¿Todo vale?. Sabemos que no. No todo es poesía, aunque haya poema. Pero de estos dos poetas, mi lectura y relectura se alimenta con temblor, con precaución, vértigo y duda, sabiendo que ambos dos inclasificables autores están por encima de las etiquetas, de los amigos y amiguismos que les quisieran atrapar o explicar. Antonio sigue en la reescritura, Ángel fue la precisión visible del oficio de la tachadura y la paciencia. Sus maneras de resolver el conflicto ético y cultural en los años que siguieron a la incivil guerra del 36 nos muestran dos apuestas ante la adversidad, la mediocridad, la dictadura, el tránsito a la democracia, la relación con el poder, el poder de las relaciones y las afinidades (voluntarias e involuntarias) que son una patria de nómada, del corredor de fondo. Estoy más próximo como lector y ciudadano a la poética gamonediana, a ese "desde" que atraviesa tuétanos de letras y signos de sangre y memoria, sólidamente, solidariamente entre los desaparecidos, los herederos de la memoria utópica, los huérfanos del desamparo y la barbarie. Y admiro la capacidad irónica y mordaz de revolvernos que tienen los poemas políticos de Ángel, entre sus varias virtudes como poeta. De su yuxtaposición podría verse un campo amarillo que recibe el rumor de aguas en el deshielo.... en un país que no sabe resolver sus verdades ocultas, sus metirijillas públicas, su tribalidad infatigable, su división y desencuentros.


V. G.





Geórgicas:


1. Tengo frío junto a los manantiales. He subido hasta cansarmi corazón.

Hay yerba negra en las laderas y azucenas cárdenas entre sombras,pero, ¿qué hago yo delante del abismo?

Bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado.


Antonio Gamoneda













ROSA DE ESCÁNDALO

(Alburquerque, noviembre)


Cuando el hombre se extinga,
cuando la estirpe humana al fin se acabe,
todo lo que ha creado comenzará a agitarse,
a ser de nuevo,
a comportarse libremente
----------------------------------- —como
los niños que se quedan
solos en casa
cuando sus padres salen por la noche.

Héctor conseguirá humillar a Aquiles,
Luzbel volverá a ser lo que era antes,
fornicará Susana con los viejos,
avanzará un gran monte hacia Mahoma.

Cuando el hombre se acabe
—cualquier día—,
un crepitar de polvo y de papeles
proclamará al silencio
la frágil realidad de sus mentiras.


Angel González

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca se me hubiera ocurrido pensar juntos a Gamoneda y Angel González; tu artículo, como siempre, me hace pensar, Viktor. Muchas gracias.

Y sigo esperando lo de Maillard, quién sabe por qué lo dejaste pasar...

abrazos

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Querido Ratten:

Hubo un tiempo que les unió lo político, lo generacional. Eran jóvenes, osados y con una coyuntura cultural e ideológica adversa. La postguerra, con su dictadura nacionalcatólica y falangista, era el peor de los escenarios para los poetas.

Después cada uno siguió un camino.

Si, te debo lo de Maillard. Dejaremos que esta semana ebullan las aguas.

Gracias por tu paciencia,

Viktor

Laura Giordani dijo...

Querido Víktor:

Una alegría tu "vuelta al cole", ya se te echaba de menos por aquí.

Un abrazo.

Laura.

Muy interesante el vínculo entre estos dos poetas, refutando la lógica tribal tan extendida en el campo poético: los grandes suelen estar al margen de estas miopías.

Poesia dijo...

Tampoco a mí se me hubiese ocurrido pensar que existe desde siempre un vínculo tan estrecho entre los dos.
Si que es cierto que los dos tienen una manera de expresar la realidad de lo que nos rodea y acontece muy peculiar.
A mí, personalmente me gustan los dos, pero he de admitir que algunos textos de Gamoneda me ponen la piel de gallina (por decirlo de alguna manera)

Un beset

Anónimo dijo...

Bueno, yo creo que la lógica tribal sigue vigente sin ir más lejos en el caso de Gamoneda, que se ha erigido en martillo de herejes de los poetas de la experiencia, sólo hay que escuchar sus conferencias, entrevistas, etc., para ver los dardos envenenados que envía a sus detractores. Es el grupo Gamoneda-Olvido-Casado-Ullán-Mestre-Riechmann, etc., que tienen un poder inmenso y múltiples conexiones políticas. Creo que es una realidad innegable, al margen de la poesía de Gamoneda, que sólo me merece admiración.

Por otra parte, Angel González ha sido santo patrono, por así decir, de Montero y compañía; es decir, los depredadores naturales de la línea Valente-Gamoneda en el ecosistema poético, tan precario pero tan encarnizado a poco que se examine con cierta insana curiosidad entomológica.

Estupendos poetas ambos, por supuesto (aunque me inclino por Gamoneda por afinidades que no vienen al caso).

Salud.

Laura Giordani dijo...

Estoy de acuerdo contigo "ratten..." (vaya qué difícil escribirlo completo)en que esa lógica tribal sigue vigente. Contando con esa realidad, esta entrada que ha subido Víktor intenta trazar, precisamente, esas escasas aceras de comunicación y reconocimiento que existen entre poetas que han sido erigidos en totems de tribus enfrentadas. Esperemos que este panorama de depredación y lucha afloje sus fauces algún día. O quizás el ser humano lleva sus miserias y sus guerras a cualquier cosa que toca,
poesía incluida.
También me inclino por Gamoneda,claramente, aunque eso poco aporta al archipiélago de poéticas con sus apologías y rechazos.

Saludos,

Laura.

Anónimo dijo...

Muy bien visto y escrito, Laura. Tienes toda la razón. Y la labor de Viktor es encomiable por buscar los vasos comunicantes y no ahondar en las trincheras, quedarse con los versos y olvidar lo que tristemente se ha fraguado alrededor de ambas figuras.

De todos modos sigue habiendo poetas muy reconocidos que están al margen de los dos grandes grupos y cuya trayectoria, en mi opinión, brilla por su independencia y por no haberse casado con nadie. Leopoldo Panero y Chantal Maillard serían dos de esos nombres. Creo que es posible labrarse una posición de prestigio y conquistar un público lector sin entrar en ninguno de los feudos ni ampararse, o dejarse aupar, por la sombra de los tótems.

Laura Giordani dijo...

Así lo veo también: hay poetas -unos pocos, es cierto- que han sabido mantenerse al margen de esas claudicaciones. En el fondo y muy adentro, lo siento como una forma de claudicar, de dejarse seducir por el aupamiento mecánico.
Por cierto: me ENCANTA Chantal Maillard, desde que conocí su poesía la he heído y escuchado bastante en archivos de audio. Su sensiblidad y apuesta estética me parecen vertiginosas... no: no se sale indemne de su palabra. Además de emocionarme algunos la tachen de filosofía; no estoy de acuerdo en absoluto. La emoción, la soledad, la intemperie que evocan sus poemas... dejando al lenguaje "culo al aire" (perdón por la licencia)
Saludos.
Laura.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Queridos Ratten y Laura: Habéis entrado en territorio principal. El asunto de lo cenital en poesía pasa por una aproximación desnuda y arriesgada a los grandes, sease Maillard o Gamoneda, Pizarnik o Gelman, Celan o Varela.

Quisiera apuntar varias ideas que me surgen al hilo de vuestra conversa, pero me tengo que ir corriendo con la family de comida campestre. A ver si esta noche podemos avanzar. Me llenais el corazón, que se me desplazó al vientre de chiquito y ahí trabaja como un intestino sensible a lo huemano, de vida, de fuerza, de curiosidad, de preguntas.

Graciaaaaaas,

Vik

P.D.: Y sigo sin poder entrar en Chantal con un post digno. Pero será en breve brevísimo, Ratten, de verdad.

Arturo Borra dijo...

Me sumo a este incipiente foro, sobre todo, porque creo que no habría que confundir "lógica tribal" con "lógica grupal" y "posicionamiento crítico" con "injuria" o "anatema". Vos Víktor has mostrado una relación entre dos poetas que participan en estéticas divergentes. Ese vínculo señala que se puede mantener amistad con personas que no pertenecen a la misma formación estética. Eso muestra una cierta apertura de las dos partes.
Me parece un error atribuir a Gamoneda un comportamiento tribal, porque en general, hasta donde yo sé, no parece actuar con espíritu corporativo. Que cuestione a los poetas de la experiencia es perfectamente legítimo, parte de la mutua crítica entre líneas estéticas diferenciadas. Después de todo, G. estuvo por muchos años en el más completo ostracismo (por parte de los poetas de la experiencia y eso no le impidió construir una cierta amistad con Angel González.
Que en la actualidad G. participe en un grupo no lo deslegitima ni lo convierte en un miembro de la tribu (tan marcado por el cierre ante el otro y la desacreditación de todo aquello que no coincida con el dogma dominante).
En fin, bastante por seguir conversando.
Un saludo para todos,
Arturo

Anónimo dijo...

Laura: me alegra que te guste Maillard. A mí me encanta esa mujer, y me gusta esa "intemperie" de que hablas, que cobija desde una radical extrañeza y originalidad. Algunos han pretendido ningunearla diciendo que vende humo, que no es poeta, que es frívola o amanerada (reseña de El Cultural), pero al final, creo, acaba imponiéndose la calidad y sinceridad de una mirada única que trabaja desde la herida y la compasión. Mira, te dejo un regalito que he encontrado por ahí:

http://www.megaupload.com/?d=QJ7C2J2R


Estimado Arturo:

podemos admirar a Gamoneda y no estar de acuerdo con ciertas operaciones sospechosas que se tejen alrededor de su figura. Verás: no creo que él en sí sea el tótem de la tribu, de motu proprio, pero lo han convertido en eso sus acólitos y poetas amigos: Miguel Casado, Olvido, Mestre, Riechmann, Ullán (poetas y críticos extraordinarios, por cierto). Entre ellos se aúpan, se ayudan y han diseñado una velada estrategia política para hacerse con los grandes premios de este país. Para mí esa es una lógica tribal, aunque más suave que la de la experiencia y apoyada, a mi juicio, en una mayor hondura y calidad poética.

No me entiendas mal, son poetas que admiro, pero cuando me entero de que Olvido y Ullán, amigos del premiado, formaron parte del jurado que dio a Gamoneda el Cervantes, que Miguel Casado (marido de Olvido) había hecho la edición de las completas de Gamoneda ("Esta luz") en Galaxia Gutenberg, y posteriormente la edición de las completas de Ullán (sin olvidar que la obra entera de Olvido sale este otoño, cómo no, en Galaxia Gutenberg), todo esto me llena de sospecha, son demasiadas casualidades... y como durante años he criticado las prácticas tribales de la poesía de la experiencia, me parece justo poner de relieve estos datos (y otros muchos que me guardo).

Poetas extraordinarios, sí. Pero con gran ambición y ganas de reconocimiento mediático y hambre de premios. Lo único que los diferencia es que son más discretos y mejores poetas. Ésa es al menos, mi opinión, refutable y falible como cualquier otra, pero basada en una duda razonable y en sospechas con fundamento.

Creo, de verdad, que nuestra veneración hacia un poeta no debe cegarnos respecto a otras cosas.

Y pido disculpas por estas intervenciones mías: no quiero provocar cismas, escisiones o disputas estériles. La actitud de Viktor, que busca concitar entusiasmos y construir puentes, es harto más constructiva que mis sospechas.

Abrazos.

Arturo Borra dijo...

Hola Ratten, por ser una sospecha, hay que decir que está bastante bien informada. Acuerdo, desde luego, en que admirar a alguien no debe conducir a ninguna concesión.
Tendré que investigar más en lo referente a los premios que comentas. Si así fuera, a mi pesar, no tendría más remedio que aceptar que incluso en poetas admirados pueden estar operando rasgos de esa lógica tribal que cuestionamos, aunque seguiría enfatizando la legitimidad de algunos posicionamientos críticos con respecto a la poesía hegemónica. Quizá la cuestión fundamental aquí sea preguntarse cuánta apertura hacia el otro somos capaces de sostener.

En general, es cierto que el sistema de premios literarios está absolutamente corrompido, y no sólo en España. Favores entre amigos, tantas veces...

Por mi parte, me alegra reconocer en tu decir una dimensión crítica que hecho en falta en estos tiempos. No seré yo quien se sienta incómodo por ello.

Gracias y un saludo cálido,

Arturo

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Ratten, Laura, Arturo:

Esta tertuliana amistad, crítica y contracrítica al mejor estilo del blog que así se intitula me parece el mejor regalo que he tenido este verano.

Quisiera apuntar, antes de mojarme en el deliberativo diálogo, que hay una persona que juega con ventaja. Lo digo sin acritud, pero es visible que nuestro/a amigo/a Ratten, que tanto nos está animando a pensar y replantear lo canónico y anticanónico como el poder, contra-poder y antipoder (en este último estadio estarían supuestamente Chantal o Leopoldo María) desde su anonimato puede decir y desdecir con sinceridad y sin riesgo a consecuencia alguna sus documentadas y severas opiniones, sus ágiles intuiciones, en la morosa mirada de un/a buen observador/a.

Aún en desventaja acepto el reto a opinar sin politicas de corrección y prudencia por medio.

Nada que no haya ya estudiado Mendez Rubio y descrito primero en "Poesía y Poder" y más recientemente en "Destrucción de la forma":

el ser humano ambiciona poder para controlar el hacer y el sobre de sus semejantes. El anti-poder, que obra buscando la liberación del poder hacer, para ser ha de no ser poder o contra poder, ha de renunciar al ejercicio tribal de victoria sobre lo que se opone o diverge. En este sentido, quizá dada la situación actual haya algo de contra poder en esa izquierda alternativa, critica, culta, que tiene por adalides al "grupo" (sigo etilomogía de Arturo) que en su día se conocía por poesía de la diferencia y en el que estaban Olvido, Casado, Ullán y otros. ¿Quién puede ejercer la libertaria creativad que emana del antipoder y a su vez ser leído, y a su vez existir en un mundo que no reconoce lo que no está de alguna manera catalogado, agrupado, etiquetado?

Con permiso, creo que en poesía es tan facil no existir que hay poetas de hoy que descubrirán mis nietos, de gran calidad y ninguneados.

Tanto Chantal como Leopoldo están en la corriente no tribal, pero de afinidad, de grupos editoriales.

Si, creo la palabra afinidad me parece oportuna ya. Es afinidad parcial lo que une a Gamo con Olvido o Casado, pero no identidad, como ocurrió al principio de la gestación del grupo de García Montero.

Afinidad involuntaria y gozosa tengo yo con Arturo y Laura, con Quique Falcón y Antonio Méndez, con Pedro Montealegre y Miguel Angel Curiel, con Matias Escalera o Ana Pérez, con Julio Obeso y Ana Mª Espinosa. Pero ni somos grupo, ni tribu, ni equipo, ni otra suerte de relacionados que por ese involuntario cómun, por esa comunión arreligiosa y pertinaz de los que sienten, porque es el sentir el que aquí se impone, los que sienten, decía, que están en el mismo caudal de aguas que van hacia un mar que desconocemos, irremediablemente, coetáneos, contemporáneos, diferentes, singulares, particulares, de tal modo y manera que formamos una marea oscura, embarrada, arrastradora de líquines y limo y piedras y hojas y peces y hasta virus. Una marea oscura que no pretende sino seguir en el curso sin desbordarse antes de dar su caudal al delta. Así lo siento yo, que comparto cosas y me distancio en otras, tanto en lo estético como en lo ideológico, que comparto una ética de mínimos con ellos, pero que cada uno intenta resolver a su manera, que entiendo la relación en horizontal, que la autoridad viene por admiración y por ejemplo, no por imposición o nombramiento.


En un momento, Ratten, pides disculpas y no he visto el porque. No creo que moleste o pueda molestar tu argumentación severa pero cabal. Y el que estemos de acuerdo o no me importa menos que el que se hable con sinceridad y argumentos sólidos. No para sentar cátedra, pero si para hablar humildemente con propiedad. Así, Ratten, gracias por tu decir, que me hace resituarme y revisar mis a prioris, creencias, espectativas, situación.

Arturo, creo que comparto en esta ocasión contigo lo que dices sobre Gamoneda, pero intuyo que Ratten tiene razón en cuanto a la lucha por controlar el podium en España.

Va a ser casi imposible (y tendrá quizá más de azar que de cálculo) saber en el espesor del presente, que poetas de verdad cuentan, quiero decir, contarán dentro de 75 años. Yo apuesto por Gamoneda, por Antonio Mendez Rubio, por Blanca Varela, por Eduardo Milán y Quique Falcón, por hablar de los vivos y que conozco un poco. Pero esa que es mi quiniela no deja de ser insignificante entre las posibles de los avezados, apasionados e instruidos lectores que hay de lengua española entre las dos orillas.

Laura, lo que nos hace avanzar para por ese binomio inseparable y urgente en toda acción humana, incluso en la crítica y contracrítica literaria, más aún en la poesía:

Generosidad+amabilidad.

Sé, porque así lo vivo, que tú eres un buen ejemplo de poeta, lector crítico, mujer de acción. Y viéndote y oyéndote, en lo cotidiano y en lo poético, me inspiras.

Ratten, Arturo, Laura,

besitos

Viktor

Anónimo dijo...

Viktor:

jugosas reflexiones; me interesa especialmente la cábala sobre qué autores contarán o quedarán, digamos, dentro de 100 años; ¿qué criterio utilizamos para medir eso? ¿Quedarán por haber ingresado en la posteridad de los libros de texto? ¿Por ser leídos y releídos por sucesivas generaciones de lectores más o menos solitarios? ¿Por haber conformado, conscientemente o no, un grupo forjado, si quieres, a partir de afinidades?

Es muy complejo saber qué es lo importante y lo que no. Personalmente, observando el pasado, me convenzo de que gran parte de las obras maestras de la literatura y el pensamiento de los siglos pasados no cuentan hoy: ¿quién se acuerda hoy de Philipp Mainländer, de Chestov, de Rozanov? ¿Quién recuerda a Jules Boissière o Henri Barbusse? ¿Cuántas personas leen en la actualidad a Unica Zürn o Marlen Haushoffer? ¿Cuenta hoy en día un escritor tan esencial como Marcel Schwob, pero que no ha gozado del predicamento de algunos de sus coetáneos?

Mi parecer es que en el futuro algunos quedarán y otro no, pero no siempre esto tendrá que ver con la calidad poética.

A tu canon para la posteridad, Viktor, yo añadiría Chantal Maillard y Olvido García Valdés, aunque entiendo que la primera lo tiene más difícil por la singularidad de su obra y por no adscribirse a nigún "grupo". Sólo tenéis que hojear las antologías y veréis que ninguna la recoge (salvo Ellas tienen la palabra, antología de "poetisas"). Olvido,en cambio, trabaja discreta pero afanosamente en labrarse una posteridad: para eso ayuda ser directora de un Cervantes y jurado del premio Cervantes, por ejemplo. Si una queda y la otra no, no será, sin embargo, por cuestiones de calidad: "Matar a Plátón" y "Del ojo al hueso" son dos de los libros que más brillan en el firmamento poético de los últimos años, en pie de igualdad, a mi parecer, y a años luz de las poéticas dominantes en cuanto a destreza técnica, riesgo, indagación y vivencia (libros naciodos de enfermedades terribles).

Todo este rollo es para decir que la posteridad es un objeto que se construye, y que el "contar" no siempre tiene que ver con la calidad de la obra sino con toda una batería de factores, muchos de los cuales son manifiestamente antipoéticos.

El placer es mío, Viktor, como siempre.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Querido Ratten:

Estoy 100% de acuerdo con tu valoración sobre el canon y la perdida constante de buenos escritores en favor de una cultura masiva y por ende, de menos capacidad lectora. Sé que hay escritores, artistas en general, relegados a una minoria, denigrados o sencillamente ninguneados. Hablar del canon es imprecisión que les gusta a los dominadores del cotarro. Sabemos que hay más de un canon y más de una tradición. Y alguna de las minoritarias, las que son para sibaritas o gente especializada con una formación continua y solvente aunque se intentase recuperar nunca alcanzarían un reconocimiento democrático porque la masa está muy por debajo de esa élite con capacidad de discernimiento, crítica y lectura honda. Beckket es con Kafka, reconocido pero poquísimamente leído y dudo que comprendidos como ellos hubiesen deseado.

Además se da la circunstancia que el canon se suele tragar a toro pasado esa hecatombe de artistas malditos, raros, extemporáneos como Nilo Fabra o mucho antes el propio Garcilaso De La Vega. Otros, a la sombra de una generación prodigiosa son pasados a un plano secundario, como Juan Larrea.

Lo que yo intentaba decir sobre mi particular y partidista quiniela (incluyo a Chantal qué no a Leopoldo) es que se forma desde una elaboración del gusto que evolucionó de los centrados poetas canonicos a los marginales poetas del contracanon o sencillamente algunos autores que por haberlos leído más reiteradamente han conectado más con mi móvil formación estÉtica.

De Chantal, decir que sigue la escuela del mentado Beckket, y de otras tradiciones orientales de literatura y filosofía que la hacen mostrar unos textos menos reconocibles, menos convencionales y trillados. Y lo hace con maestría. Especialmente en "Matar a Platon" e "Hilos". Se une a la tradición de poetas que aunan la intuición poética con saber filosofico metaoccidental que bien reflejan "Diarios indios" y "Filosofía en los días críticos". De entrada y como acierto está ese cambio de sentido que le da al "Yo poético" desde el que escribe. Los conceptos occidentales de "ego" "triunfo" "amor" son puestos en tela de juicio. Sospecha Chantal de los principios que rigen nuestro lenguaje en cuanto a constructor de "a prioris" que condicionan nuestra manera de sentir, de sentirnos, de sentir-lo.

Ni cuando escribe desde el dolor de la pérdida trágica de su hijo hay egocentrismo o sentimentalidad porque no habla de su interior a modo terapéutico sino que a mi manera de releer sus husos e hilos lo que está en juego es la orfandad en sentido antropológico y social, lo que nos alerta es de lo irracional que es eso que llamamos historia, en sentido biográfico, de lo tramposa que es la racionalidad sin ese punto de objetividad que da el budismo al procurar ser en la no acción.

El mundo se mueve por pasiones y no por compasión. Eso alerta a Chantal. Y no es que ella niegue el deseo como intrínsecamente humano y vital, sino a la manera compulsiva y descabezada que hoy predomina en la publicidad o cine.

En fin, Ratten, ya no son horas de divagar.

Razón tienes en lo del canon y es verdad que no es axiomático que el tiempo juegue a favor de la verdad, es decir, que los auténticos Poetazos de cada época, sean rescatables siempre pasados siglos. Aunque suele ser más fácil que se les reconozca después de muertos.

Ojalá Chantal y otras y otros tengan posibilidad de ser leídos por generaciones futuras, y ojalá que esas generaciones sepan superar los escollos de un sistema en fascismo de baja intensidad como el actual, que ya nos ha colado lo de Bologna en las Universidades, pongo por triste ejemplo. Si, eso llamado técnicamente convergencia en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Con esa gestión sobre cultura y educación tu planteamiento eutópico sobre el futuro de los buenos poetas es cada vez más problable.


Un abrazo grande

Viktor

Anónimo dijo...

Impecable argumentación, Viktor. Ya sabes que el público sigue esperando lo de Chantal...

abrazos

Adolfo González dijo...

Muy sana tertulia, Viktor. Ambos son dos buenos poetas.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Adolfo:

Es una suerte contar con Arturo, Ratten y Laura para horadar en lo poético, lo político, lo humano.

Un saludote,

Viktor

Adolfo González dijo...

Sí, se nota.

Recibe mis disculpas por mis personales errores cometido.

Y recibe un abrazo.

P.D: Ratten, si es el que yo intuyo, es un poeta hecho, maduro, muy interesante, creo que de nuestra zona Valencia-Cuenca... Aunque aportando cosas buenas como está aportando de forma anónima en tu blog, no le pienso preguntar cuando vea al sospechoso que te digo, que, por otra parte, tú también lo conoces.