miércoles, 2 de abril de 2008

JOSE MARIA GOMEZ VALERO: LENGUAJES

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Portada de "Lenguajes" de José María Gómez Valero.
Para acercarse a la obra del poeta:

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Bajo estas líneas, poetas. En el centro de la imagen, Jose Mª Gómez. El poeta que escribe en la voz del destino de un niño sin orillas; un canto que viene con la ley austera de la compasión y el coraje de vivir sin espuelas, sin garfios, sin talonera de cheques ni marmorea sombra tan siquiera. Audaz por su hondura que no se reviste de retórica, cultismo, o-cultismo o dogmas y prebendas. Habla un niño de todas las edades del ser. Viene en el amor cosido a las palabras y los abrazos. Con un temblor. Con esperanza y cicatrices. Quizá este poeta, audaz en su inocencia, haya anticipado lo suficiente esa poesía de siempre que pasa de padres a hijos, como un legado inviolable de generosidad. Una generosidad comprometida con los que sufren los abusos del sistema, del mundo y sus estructuras mortales, alienantes, cancerosas.


Es el poeta de los once sentidos, del equilibrio en silencio que gotea versos luminosos, una música otra, el habla poética que en el rumor de los labios ajenos crece y augura.


Víktor Gómez


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COMO GLOBO QUE ESCAPA
DE LAS MANOS DE UN NIÑO

(a modo de prólogo)

Huye la verdad del signo.

Huye.

Escuchamos
atentamente.

Aguardamos
con ojos tan abiertos.

HAY JIRONES DE AMOR PRENDIDOS
EN LAS ALAMBRADAS DEL LENGUAJE

(el lenguaje del signo)

Sentados en la misma orilla
de diferentes ríos,
ella y él se averiguan,
se llaman, se presienten,
se rastrean confusos,
anhelan el momento de reunirse,

pero:

cuando ella arroja al aire
mensajes esparcidos en trozo de papel,
él cierra las ventanas temeroso
de la nieve que trae la ventisca;

cuando ella unta sus ojos con la luz
que tiembla bajo el agua,
él explora desnudo remolinos,
regiones abisales;

Cuando él perfila puentes
en la parte más clara de la luna,
ella emborrona el mapa de la noche,
afila sombras, se pierde en negras acuarelas;

¡Ay, equivocan tantas veces
las huellas, los caminos!

Ahora
ellay él tensan juntos una música
que el deseo compone
en el viejo taller de las palabras.

Ella y él se acarician
con la ayuda de humildes signos
y las cosas
han dejado de doler.

Ambos se reconocen
abrazados a vívidos reflejos.



Jose Mª Gómez Valero
Lenguajes (Ed. César Sastre,
'Carne y Sueño', Sevilla 2007)

5 comentarios:

Adolfo González dijo...

Éste es muy bueno.

Cucaracha homicida dijo...

Me conmueve.

Necesito ese libro, y una brocha y un cubo de pintura para escribir sobre las paredes de Valencia al menos dos docenas de poemas suyos hasta que pierda el conocimiento.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Si, Adolfo, también me lo parece.

Qué pena que entre Sevilla y Valencia o entre Cuenca y Sevilla hayan esos kilometros incordiosos.

Un abrazo

Viktor

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Ey, Cuc, yo te llevo el bote de Tintanlux. Y le damos al Palau, Al Marques de Dos Aguas y Al Miguelete y ese toque de poesía que les falta.

Tu Viktor

Zwanzig dijo...

yo dejo uno más de este admirado poeta:-)

CACERÍA

Cada una
de las palabras
que componen
este poema
es una paloma
abatida
a balazos.
(Silencio. Se acercan los perros)