viernes, 26 de febrero de 2010

ERNESTO CARDENAL: Me gustan los poemas y me gusta la vida/ Arturo Zamora Cortés

En Nicaragua celebramos los 85 años del poeta Ernesto Cardenal. También sus amigos y amigas del mundo, jóvenes, adolescentes, mujeres, niñas y niños, celebramos su nominación al Premio Nóbel de Literatura 2010, realizada por La Sociedad General de Autores y Editores, por sus meritos literarios universales. Igualmente han sido nominados Ernesto Sábato, y el español Miguel Delibes. En Nicaragua, Ernesto junto a Fernando Silva, Claribel Alegria, Julio Valle, Luz Marina Acosta, William Agudelo, Daysi Zamora, y Marvin Ríos, han impartido talleres de poesía a niñas y niños con cáncer, y quienes han producido varios libros de poemas.







El ultimo de ellos: Me gustan los poemas, y me gusta la vida, es toda una colección de un canto jubiloso a la vida, de niños enfrentados con la muerte. Y un himno a la belleza de la creación celebrándola con todo lo que hay en ella: arco iris, tortugas, ranas, conejos, patos, luna, culebras, pericos, niños y también incluso niños con cáncer. Este libro prologado por Ernesto, fue celebrado junto a los niños y niñas con cáncer, en la Casa de los Mejia Godoy. Después de varios años de trabajo hay una colección extraordinaria de poemas. "Sin arco iris fuera triste", fue la primera cosecha de poemas infantiles, con bellos dibujos de la ilustradora alemana Christa Unzner Koebel. Ahora, tres años después, se presenta un nuevo libro: Me gustan los poemas, y me gusta la vida, título tomado del poema de una niña, en ocasión de celebrar los 85 años de vida de Ernesto Cardenal. En este video le acompañan las poetas: Claribel Alegría, Daysi Zamora y el poeta William Agudelo.

Extractado en youtube de Canal de ArtZamCor

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un gran señor, Ernesto Cardenal. Y qué trabajo el que ha hecho por los niños nicaragüenses, desde los años de Solentiname. Qué bonito oír estos textos, con todas esas onomatopeyas y tanta frescura frente al mundo y las palabras. Y pensar que uno se pasa la vida alejándose de ello o tratando de volver, inútilmente.
Un saludo

Anónimo dijo...

¡Qué gran señor Ernesto Cardenal! y ¡qué bonito oír estos pequeños poemas donde, pese a todo, desborda la frescura de la infancia!, esa de la nos pasamos toda la vida alejándonos o tratanto, inútilmente, de recuperar.
Un saludo