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Para Alicia Martínez
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unas palabras, todas,
serrín
la tristeza de la tortura
trizadas las yuxtaposiciones
los huesos, la voz ronca
codo con codo
con la muerte y las ebulliciones
una palabras serían
taladas del oír
serrín en las cuencas –enfermedad de los cipreses
y los álamos− de nuestros ojos
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...................... cuanta lentitud en el ejercicio
del andarríos vadeando las aguas trucheras
sin testigos
...porque su alfabeto es un nido entre yerba
y hojas secas
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Víktor Gómez
(Ínédito de Bosque, 2009-2010)
1 comentario:
Sí compañero, pero cuántas veces necesitamos del crujir de las hojas secas bajo nuestros pies desnudos. Y que esa desnudez sea ingenuidad virgen de águilas al acecho para aprender a esquivar su caza. Y, en ocasiones, compañero, es necesario desnudarse y correr sintiendo el viento frío y hostil en nuestros huesos para quebrar el muro que no nos deja continuar vagando sin tino. Y, qué necesaria es compañero, la enfermedad para felicitarte luego de tu buena salud y la de aquellos a quienes sigues en el vadeo de las aguas caudalosas y profundas. Antes del serrín, compañero, viene la madera y después el descanso de los animales y el barro en los zaguanes de los patios vecinales. Amores y gracias para ti, compañero, maestro.
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