lunes, 21 de marzo de 2011

A LOS 50 DE FUKUSHIMA, un poema de Daniel Bellón

-
-
-
-
-

Estos anónimos japoneses son los encargados de enfriar y limpiar los reactores de la terriblemente dañada Central Nuclear de Fukushima. Se juegan la vida. Y son anónimos. Y su muerte será o no anónima, aún es pronto para saberlo. La muerte de los anónimos es una historia desatendida, un permanente pulso entre el olvido y la negación del olvido. Que Daniel Bellón incida en este poema de verso mínimo es significativo. Vuelve a tensarse en el poema la posibilidad de decir y la necesidad de no copiar la realidad tanto como de ser parte de esa realidad que es el mundo, mucho más irresumible y mucho más inetiquetable de lo que nos hacen creer a menudo. Aunque hay cuestiones que son tan precisas como un poema bien escrito. Véase, para muestra, un botón:

-
-
-
-
-





-
-
.
-
A los 50 de Fukushima (y a todos los demás trabajadores que se juegan la vida)

-
-

Unos
imaginan
-
otros
diseñan
organizan
planifican
ordenan
negocian
clarifican
estudian
evitan
gestionan
resuelven
estructuran
articulan
especulan
regulan
evalúan
-
pero cuando la cosa se pone mala
mala de verdad mala muy mala
desastrosa y peligrosamente mala
-
así de mala
-
siempre pringan los mismos
-
-
-

Un poema de Daniel Bellón
Visto en Islas en la Red
-
y en MLRS

No hay comentarios: