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¿cómo llega uno a esa encrucijada sin horizonte, al borde de un abismo por donde ya ni las palabras ni los hombres respiran o andan? ¿cómo llega uno trasteando en sueños por la fluidez de lecturas morosas e imprevisibles, de naturaleza extraña e incómoda, al borde del acantilado donde la nada se adensa como un lienzo inabarcable? ¿qué palabras o vidas son éstas que nos trajeron al no-lugar y nos miden contra lo cuestionador del mundo en la crucificada historia de los torcidos? ¿en qué cantos, prosas, monólogos, textos se desliza uno, hasta caer donde puede enfrentarse sólo a si mismo y sus límites? ¿y si sales de la frontera de las pesadillas y no hay más que niebla, desierto, silbidos intermitentes y prolongados hasta la locura de vientos furiosos sin origen? ¿para que la poesía salve, cure, rescate del miedo aterrador o del más hondo de los desánimos, qué sílabas hay que deletrear con qué saliva masticarlas, con qué corazón limpiar las espinas y los restos del pescado? unos días indeterminados han borrado las estrechas paredes de lo predecible y lo convencional, de la rutina, de lo reconocible. y sólo a través de lecturas, en principio aisladas, no premeditadas, sólo desde una indecible sincronicidad se llega al punto fulgente, a un ahora que se desvanecerá inmediatamente y sobre el cual alzarse para volver a transitar la existencia y su trasunto bajo una ilusión de posibilidad. cuatro (en realidad cinco) poetas del 1 al cuatro de enero de 2012, han tensado el arco.
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Víktor Gómez.
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El camino es no vértigo, ni esta sed que lo edifica. Siento las fuerzas de la gravedad cercarme con su inercia, y el eje del estómago que lleva a mi cerebro. Ningún albatros descendió de la muerte. No hubo revelación. Ni signo. Tan sólo el tiempo en lo abolido del espacio; el vuelo dentro de su laberinto. El camino no es el pájaro. Su extensión, su jaula abierta, lo visible de su canto.
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And then words inflict themselves
eternal punishment for what do they
mean? words are withnesses they
build a pendulum over my head
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Y entonces las palabras se imponen
un castigo eterno porque ¿qué
significan? Las palabras son testigos
levantan un péndulo sobre mi cabeza
(Trad. Benito del Pliego)
(Las palabras son testigos, Editorial Verbum, 2010) Isel Rivero y Méndez
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Sin dirección
La ciudad de noche es una jungla maldita. Cuando los supuestos ciudadanos de bien se entregan al orden de sus vidas mediocres, las desoladas calles tórnanse hogar de seres solitarios y anónimos sin nada que perder salvo sus recuerdos. Almas martirizadas en busca del último refugio, espectros que alguna vez tocaron el paraíso. La ciudad es una morgue de espíritus desesperados y vocaciones suicidas. Las tabernas, los puentes, las iglesias acogen el delirio del inocente, las fantasías del loco, el pudor de los tímidos, el desespero de los iconoclastas. Es el último puerto abrigo de bebedores, huérfanos y proscritos para la tentación del naufragio. Raya el día. La abuela y el nieto caminan de la mano por la intensa nevada, contemplando estupefactos el cadáver colgado del poeta en la farola, émula del crucifijo.
(Prosas porosas, Ediciones Idea, 2010) Noel Olivares
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Final infeliz
Viven ahí, desplumados
el pájaro inmundo y el amor humano,
con la cara en el visillo y el azul en carga,
rota la estrategia tantas veces ensayada.
Sentimental la luz: años después de la venganza.
Hierven los polos, la madre se hunde
y por los pasillos de hijos y cal subirá el agua.
Muertos los osos, será el fin, casa por casa.
(De la ola al tajo, Amargord Ed. Colección Transatlántica, 2009) Valerie Mejer
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