Baltasar Gracián:
No hay peor descrédito
que aborrecer
a los mejores.
Mozart:
No sé de dónde ni por qué me vienen las ideas, ni como puedo forzarlas a que vengan. Aparecen. Si me gustan, las retengo en la memoria. Y al final se van haciendo compatibles con las reglas del contrapunto o con las peculiaridades de los distintos instrumentos.
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