lunes, 28 de mayo de 2007

CON/VERSAR DE GARCIA BAENA CON TRES JOVENES POETAS

Pablo García Baena


Elena Medel



PABLO GARCÍA BAENA POETA




«No me puedo permitir descartar poemas»


Alberto Santamaría, Elena Medel y Eduardo García conversan con el autor cordobés, protagonista hoy de la revista 'Nadadora' y de la Tertulia de la Fundación Gerardo Diego


Pablo García Baena (Córdoba, 1923) fue uno de los fundadores del grupo 'Cántico'. Premio Príncipe de Asturias 1984, es la voz poética protagonista en Santander este fin de semana. Hoy su voz será el pilar de la tercera 'Tertulia de Equis y Zeda', impulsada desde el Centro de la Documentación de la poesía española del siglo XX de la Fundación Gerardo Diego. El poeta cordobés, a partir de las siete y media de la tarde, abrirá el ciclo 'Ante mi poesía' con la lectura de sus poemas. La presentación correrá a cargo del también poeta y codirector de la revista 'Nadadora' Alberto Santamaría, quien intervendrá bajo el epígrafe 'El paraíso presente. Apuntes para una lectura de Pablo García Baena'. Mañana sábado, además, García Baena será el encargado de clausurar el XV Simposio de Actualización científica y didáctica para profesores de español en el Centro de Caja Cantabria (Tantín). Los jóvenes poetas Alberto Santamaría, Elena Medel y Eduardo García dialogaron con García Baena acerca de su última obra 'Los Campos Elíseos'. Una ingente entrevista que se publica íntegramente en el cuarto número de 'Nadadora' que se presenta hoy en la capital cántabra en la sede de la Fundación Gerardo Diego, la cual colabora en la edición de esta revista. Este es un extracto significativo de la entrevista.




Alberto Santamaría: Comencemos por el final. Sesenta años transcurren entre Rumor oculto (1946) y Los Campos Elíseos (2006) que es tu último libro. Lo que me gustaría preguntarte es, para comenzar, ¿por qué ese título?




-Para empezar debemos situarnos en la cita inicial del libro, que es de un poema mío pero me pareció tan tonto autocitarme Todo el libro está dedicado a Bernabé Fernández-Canivell en su centenario. Sencillamente los Campos Elíseos es donde vivía Bernabé en Málaga, era su calle. Por eso al inicio del libro pongo bajo la cita Cuando Bernabé sube a los Campos Elíseos. Pero es sencillamente el nombre de la calle, donde él vivía. Para mí subir a los Campos Elíseos era tan de diario cuando vivía en Málaga como cualquier otra cosa. Luego ya Bernabé al final de su vida se cambió de casa y ya no vivía en los Campos Elíseos, sino en un sitio con nombre menos apropiado para título de un libro. Los Campos Elíseos era un título muy Un amigo me dijo: "oye, he leído el libro y no tiene nada que ver con París". Nada en absoluto. Hombre, hay alguno quizá, en los temas de viajes, ligeramente cercano, pero nada en concreto




-ALBERTO S: Lo que llama la atención también del libro es su estructura. La división y construcción del libro en partes, e incluso el propio ordenamiento de los poemas que dan al libro una contundente sensación de bloque y a la par hace que cada poema se diferencie.




-Una cosa que me gusta es organizar los libros. Mira, los primeros libros no. Hombre, voy situando los poemas, buscando su sitio, pero no hay una organización o una construcción demasiado meditada. Es a partir de Antes que el tiempo acabe (1978) cuando empiezo a estructurar los libros como capítulos. Fieles guirnaldas fugitivas (1990) es quizá el libro donde se observa más claramente la estructura del libro. Son trípticos, ahí es evidente el interés de organización del libro. Y este, pues, la verdad lo pensé como un concierto, a la manera de una pieza musical. En el fondo es un batiburrillo de cosas, porque ¿cómo puedo organizar esto? Le das un poco a la cabeza y lo vas uniendo o cosiendo, y no queda más.




-Elena Medel: A diferencia de otros poetas, hay en tu poesía una línea u modelo muy marcado, que no baja ni pierde en cada libro, ¿no crees?




-Lo cierto es que todo estaba ya en Rumor oculto, luego la voz se va modulando, pero todo estaba ya ahí. Han pasado sesenta años.




-Eduardo García: La voz está hecha pero se van incorporando de fondo cosas nuevas.






-Yo en realidad tendría que haber hecho desaparecer Rumor oculto.




-ELENA M: ¿Por qué?






-Como hacía Juan Ramón que perseguía los primeros libros. No sólo yo, conozco cantidad de gente que cuando hace recopilaciones el primer libro no lo han incluido, no lo consideran. Pero bueno, a pesar de eso pensé que debía incluirlo, que debía aparecer porque si no era engañar al lector. Si lo engañas en los primeros pasos no ves luego toda su fuerza.






-ALBERTO S: En las recopilaciones de tu poesía, ¿has reelaborado algo? ¿has retocado algún verso o actualizado?






-No he reelaborado nada. Está igual que cuando salió la primera vez. Pero mira el caso de Juan Ramón persiguiendo sus libros, las Ninfeas y todo eso




-ELENA M: ¿Y descartas muchos poemas antes de publicar?




-No. No descarto ningún poema. No me puedo permitir eso. No soy un productor tan grande que pueda decir 'ahora voy a quitar cuatro o cinco poemas'. Yo únicamente dudé de meter 'Gran vía' porque un amigo me dijo que era un poema que no parecía mío, que desentonaba con el resto del libro. Es el único con el que he tenido dudas. Luego al final lo metí. Creí que podía ir en ese 'Oratorio', podía ir en esa negación, y por eso lo metí. Pero desechar no, yo no puedo desechar. Creo que todo lo que he escrito lo he publicado. A lo mejor hay alguna cosa pero ah bueno, los primeros poemas que eran una imitación lorquiana, entre Lorca y Conchita Piquer. Eso algún día habrá alguno que lo saqué y lo publique. Alguno habrá suelto. Por ahí cualquier día puede salir algo, no me extrañaría nada.




-ELENA M: Entonces la labor de cohesión del libro la hace el orden de los poemas, ¿no?




-Bueno, luego ya los voy ordenando. Yo pensaba hacer un libro de viajes. Como el libro tiene tanto tiempo. ¿Quince años! El libro empieza como un libro de viajes: apuntes sobre viajes, pero luego la gente empieza a ir Praga, empieza a ir Lisboa, Venecia empieza a decaer. Empieza entonces todo el mundo a hacer un libro de viajes. Por ahí no voy. Yo haré una parte de un libro porque no puedo ya tirar estos poemas. No me puedo permitir ese lujo, tengo entonces la necesidad de darle la vuelta como sea y meter eso no ya como libro de viajes. Sobre todo cuando se han hecho ya tantos en este periodo de tiempo. Lo de Praga ha sido agobiante. A Praga no he ido, pero Praga ya me la conozco. Entonces tenía ya una serie de poemas breves sobre temas de viajes, poemas breves que yo no había hecho nunca, ya que suelo hacer poemas más o menos largos. ( ) Por otro lado, el Conde de Casapadilla me manda desde no sé dónde una reproducción de una postal de Zurbarán y veo ahí también unos temas pictóricos que me interesan para el libro, y ya hago así esa parte pictórica, va así creciendo y haciéndose el libro. Luego está la parte religiosa, "Oratorio". Tenemos, por ejemplo, esos Oratorios de Bach, esas obras magníficas, ¿cómo lo metemos aquí?




-Entonces, cómo funciona. Es decir, los poemas dependen unos de otros o son independientes ¿De alguna manera se va metiendo el libro en sí mismo?






-A mí un poema no me saca otro, no, no. Yo encuentro el asunto en otra cosa, a no ser que yo me meta en , bueno puedo volver sobre el mismo asunto o el mismo personaje, pero puede ser que sencillamente se engarcen por algún motivo como sucede con 'Museo', con el cuadro de Antonio del Castillo y con el de Zurbarán. Todo esto de pronto parece que se ofrece en una disposición adecuada, como un grupo unitario. ( ) Luego el poema de Merton de San Malaquías, que es un poema que siempre me encantó. Ese viejo caminando bajo la lluvia en busca de la abadía. Esa idea del otoño Yo normalmente los veranos, desde que estoy en Córdoba en contrapeso de la carnal Costa del Sol me voy al monasterio, este año me voy a Silos, el año pasado estuve en San Pedro de Dueñas, y el poema de San Malaquías de Merton, ese anciano con la lluvia, es algo que hace mucho me rondaba y tenía que escribir ese poema.




-ELENA M: ¿Tienes algún poema escrito desde que terminaste el libro?






- No, no, nada. Estoy in albis. Digo, "voy a tener que hacer algo". No tengo más remedio que hacer un poema, ya que me hacéis un homenaje.




-EDUARDO G: ¿Retocas entonces mucho los poemas? Es decir, ¿retocas la primera escritura, tachas, o suelas dejar la primera escritura?




-Sí, sí que retoco, tacho, tacho mucho, pero cuando dejo el poema, lo dejo. El poema está ya, lo he hecho en el tiempo que sea y lo dejo cuando pienso que está acabado y no lo cambio ya. Retoco en vivo. A veces cambias alguna repetición de palabras, pero no mucho. ( ) Cuando está vivo el poema es cuando hay que operar, arrancar lo que sea, pero volver luego, resucitar el poema al cabo del tiempo no. Los poemas no me dan mucha guerra si me dieran mucha guerra no podría, no estoy por la labor. Los retoco, puede ser un día o una noche, cuando está vivo. Si no es un tiempo perdido.


No hay comentarios: