domingo, 24 de junio de 2007

ESPERANDO A LOS BARBAROS


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¿Qué esperamos aquí, en la plaza reunidos?


A los bárbaros, que hoy llegan.


¿Por qué tal calma en el Senado?

¿Por qué los senadores, sentados, no legislan?


Porque hoy llegan los bárbaros.

¿Qué leyes van a hacer los senadores?

Los bárbaros ya nos darán sus leyes cuando vengan.


¿Por qué el emperador se levantó tan de mañana

y se sienta en su trono, ante la puerta

mayor de la ciudad ciñiendo la corona?


Porque hoy llegan los bárbaros.

Y el emperador espera para recibir

a su jefe. E incluso tiene listo

un pergamino para dárselo en el que

ha escrito muchos títulos y nombres.


¿Por qué nuestros dos cónsules y todos los pretores

salieron hoy con sus togas recamadas y rojas?

¿Por qué llevan brazaletes con tantas amatistas

y anillos con brillantes esmeraldas cristalinas?

¿Por qué empuñan hoy bastones preciosos

de oro y plata tan ricamente cincelados?


Porque hoy llegan los bárbaros,

y estas cosas deslumbran a los bárbaros.


¿Por qué no acuden como siempre nuestros ilustres oradores

a brindarnos el chorro feliz de su elocuencia?


Porque hoy llegan los bárbaros

que odian la retórica y los largos discursos.


Por qué de pronto esa inquietud

y movimiento? (¡Cuánta gravedad en los rostros!)

¿Por qué vacía la multitud las calles y plazas

y sombría regresa a sus moradas?


Porque la noche cae y no llegan los bárbaros

y gente venidad desde la frontera

afirma que ya no hay bárbaros.


¿Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros?

Quizá ellos fueran una solución después de todo.


C. KAVAFIS

2 comentarios:

Luci dijo...

Julio Bàrbaro no llegó?

Víktor Gómez Valentinos dijo...

No se si llegó Julio Bárbaro. El que si que llegó fue el feroz Septimbre.

Un cordial saludo

Viktor