lunes, 30 de julio de 2007

JUAN VICENTE PIQUERAS: Confesión del poeta







Memoria del Festival Internacional de Poesía de Medellín. Confesión del fugitivo es uno de los poemas que leyó el poeta español Juan Vicente Piqueras en junio de 2001 en Medellín, en la undécima edición de este encuentro. En el poema, Piqueras revela la condición del exilado, del fugitivo cuyo destino es escapar, sin saber quizás dónde ni hasta cuándo. Juan Vicente Piqueras nació en Los Duques de Requena, Valencia, España, en 1960. Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Valencia. Desde 1988 reside en Roma, donde ha sido profesor del Instituto Cervantes. Ha publicado los libros: Tentativas de un héroe derrotado (separata de la revista Cuadernos Hispanoamericano --Madrid, octubre 1985-), Castillos de Aquitania (Edizioni Stelle, Sassuolo, 1987); La palabra cuando (Premio de Poesía José Hierro, 1991) y La latitud de los caballos (III Premio de Poesía Antonio Machado en Baeza, 1999). Ha traducido del italiano La miel de Tonino Guerra (Ediciones La Palma, Madrid, 1994). Juan Vicente Piqueras fue el reciente ganador del Premio Internacional de Poesía para libros de poesía en lengua castellana, otorgado por el Festival Internacional de Poesía de Medellín.

(Revista Prometeo)


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En video:
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CONFESIÓN DEL FUGITIVO


Sólo soy feliz yéndome.
No entre cuatro paredes, con sus sendas espadas,
sino entre aquí y allí, una casa y otra,
ajenas ambas preferiblemente.
No puedo ya, ni quiero, estarme quieto.
Ni ahora ni después. Ni aquí ni allí.
En todo caso ahí, donde estás tú,
seas quien seas tú, ponme tu nombre.
Yo no soy yo ni puedo tener casa.
No digo ya porque nunca lo fui,
nunca la tuve, siempre fui extranjero:
el mendigo que duerme bajo el puente
que une mis dos orillas y yo cruzo
sin poder, día a día, detenerme.
Escribo porque espero. Pero ya no sé qué,
se me ha olvidado. Espero que escribiendo
llegue a acordarme. Insisto en la intemperie.
Sinvivo entre paréntesis
en el espacio vivo y tiempo muerto
de la espera de qué, entre dos aquíes.
Nunca en, sino entre. No in ma tra.
He decidido que mi patria sea
no decidir, no estar en ningún sitio
que no sean aviones, naves, trenes,
donde yo sea sólo el pasajero
que sé que soy, sabiendo
que me inquieta la paz
y la quietud me asusta,
que la seguridad no me interesa,
que sólo soy feliz cuando me sé fugaz.

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