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Julio Obeso
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Hoy no te dejaré la ambigüedad
de un beso
entre la frente y los labios:
Dos serpientes enamoradas
se entrelazarán húmedas
como una barrera a las miradas.
Hoy no te diré que el duende en llamas
del deseoda volteretas sobre mis ganas:
Te tomaré en brazos,
te posaré en la cama,
te despeinaré y de espaldas
te iré subiendo el vestido,
pliegues de bando
neón
que te desnuda en su asma.
Hoy no habrá susurros a media voz:
Te gritaré jadeos,
te fundiré en mi piel,
daré fin al secuestro con un impacto
sordo de cintura,
mientras te sujeto el pelo.
Hoy el rocío no perlará
de adoquines líquidos
la vereda palpitante
que es tu cuello, no:
Habrá sudor resbalando
por cada rincón trémulo,
el aroma del celo subirá
en nubes caporales hacia el techo
y un tasto salobre
guardarán las bocas en el recreo.
Hoy no deseo que dudes
de la forma en que te quiero.
Julio Obeso,
poeta de Gijón,
Miembro de Poesía Caudal
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4 comentarios:
En cuatro días estarás en Gijón y ahí, tierra conocida, no habrá piedra, árbol, playa, sidrería en la que puedas esconderte para librarte de mi abrazo.
Hay personas así, como tú, capaces de involucrar, sostener, incentivar, sumar, dar; pero que eleven la generosidad del afecto a las cotas por donde vuelas, eso es otra historia.
Este premio es querido, aceptado, porque sobre todo, es lo poco que tengo para poder compartir con mis amigos, círculo en el cual eres referencia indiscutible.
Siento la profunda necesidad de agradecerte, de estar al alcance de tus más vitales pulsos; sólo así podré tener la perspectiva, de mi anchura, de mi calidad de hombre. Amigo mío, imprescindible compañero: Gracias.
Hasta Asturias y mucho más allá.
Julio
Bonito reconocimiento.
Un abrazo a ambos
Sandra
Pronto será, Julius, que compartamos mesa y versos y esa tu/nuestra laridad asturiana, costera, límite con lo inefable y lo deseado.
Tu Viktor
Sandruski:
Qué un día de estos, entre bromas y de veras, oiremos recitar al Oso Astur esa bella y cálida balada, entre copas, bajos luces tenues, entre amigos y será entonces un momento de los poetas 'partidarios de la felicidad' como bautizara Carme Riera a la generación del 50 catalana, castellano parlante en su mayoria, con Barral, Goytisolo, Gil de Biedma y Ferrater a la cabeza.
Entre tanto va pa ya un abrazote grande como tu corazón,
Tu Victor
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