viernes, 28 de marzo de 2008

HUERFANOS AUN:

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desvalidas

algunas hojas

embozan

-------------- las fuentes más chicas



Víktor Gómez


(6ª sección. poema sin título de "Huérfanos aún"
Inédito)

9 comentarios:

Estel Julià dijo...

Hola Víktor,


Qué minimalismo... me gusta.
Aunque no a lo que nos tienes acostumbrados, te ha quedado bordado.

Gracias por compartirlo.

Un saludo,


Estel J.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Gracias, Estel, te lo agradezco de corazón.

Tu Viktor

P.D.: tu blog, sin prisas, con buena letra.

Laura Giordani dijo...

Víktor:

Me gusta mucho esta serie de poemas huérfanos aún y creo que orfandad y desvalimiento es lo que rezuman. Como esas hojas desvalidas que parecen encontrar asidero en una fuente, en una salida que es del flujo agua pero que ellas retrasan, atoran en un vértigo de resumidero.

Cuántos mundos nos pasan desapercibidos y tú los recoges. Condensación extrema en la forma -que no semántica- la imagen de las hojas desvalidas es un disparador potente.

Ánimo con esta serie de poemas Víktor, te aliento a que sigas explorando esta voz.

Un abrazo, poeta.

Laura.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Si, Laura, en esas estamos. Y bien acompañado,

Muchas gracias por la lectura,

Un beset

Viktor

Ana María Espinosa dijo...

Viento en popa, vamos
recogiendo del viento
las indefensas hojas.

Buena y nueva travesía
compañero. Un mar de hojas
te esperan.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Ana:

Siempr ahí. ¡Qué suerte la mía!.

Gracias, compa.

Tu Viktor

Nocturna dijo...

¡Flotas en tu espacio preciosos versos!

Las fuentes "más chicas" y las "más grandes" quedarán contenidas en muchas hojas tuyas, Viktor.

:)

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Nocturna:

Tu sabes que la infancia es la más vulnerable de nuestras condiciones y algunas veces, tan torturada, tan aplastada, tan negada le es la infancia a los niños y niñas que crecen desde la mosntruosidad del daño, crecen como un puercoespin herido, crecen como viento ceñudo y arisco... o mueren en la más desafortunada de las existencias, en la indigna vida imposible, desnutrida, vapuleada.

Los niños mueren o dejan de vivir (¿qué será peor?) como advirtió Blanca Varela en Conversaciones con Simone Weil por la racional maldad incomprensible de un mundo con rumbo equivocado y esas muertes a miles, a cientos de miles embozan a los pequeños territorios expoliados, a las etnias marginadas, a los abandonados de la Tierra.
Esa sequía de vida, esa resequedad en las fuentes dejan un esteril panorama, en desértico y estremecedor paisaje ante nosotros. Y la rabia, la ira. Y palabras insuficientes...

Gracias por tu lectura. Estos versitos, del poemario inédito "Huerfanos aún" que viajen contigo y estas torpes letras hacia tu lar, nuestra hermana tierra latinoamericana. Con mi abrazo. Con mi impotencia. Con mi verso y esperanza.

Un beset,

Tú Víktor

Nocturna dijo...

Gracias, Viktor...

Velo por tí, tú duerme por mí.

:)