jueves, 15 de mayo de 2008

Enrique Falcón: Cuatro tesis de mayo (2ª Tesis)

"CANTO A LOS DESAPARECIDOS" del artista plástico peruano JUAN CARLOS ÑAÑAKE TORRES

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"Todo vosotros"


(Poema que la gente de las asambleas barriales de Matanzas, Argentina, pidió acompañar la guitarra sublevada de Javier Peñoñori)


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Para ser la mano y la protesta
que combaten con pan la bruma en un cuchillo.

Para transformar el miedo largo que nos sitia
y decir que no hay victoria
ni en los perros del amo ni en su caza del hombre.

Porque van a mirarnos los hijos del tiempo
altamente en su grito hermano decisivo
cuando estalla con la siembra su asirse a la esperanza.

Porque la vida, pese a todo, importa y con ella resistimos,
así puedas tú abrirme y escucharme:
que aquí se te invita a levantarte.

Por detrás del precipicio,
clarea urgente el canto de la espiga
desde el suelo que sois todo vosotros.


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2ª tesis: Este tipo de poesía no se dirige a los pobres

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No busco ni a los pobres, ni a las víctimas muchas de este sistema que ningunea carniceando, entre la gente que da en parar sobre alguno de mis libros o aparece por alguno de estos recitales. Cuando escribo un poema no pienso que el poema vaya dirigido a ellos. He tenido esto bien claro desde el principio, así como que sería una indignidad por mi parte escribir en su nombre, que eso de ser «voz de los sin voz» no deja de ser un paso más (aunque no el más terrible) en el pisoteo de la gente cuya dignidad ya está, de por sí, pisoteada.
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Mi poesía no está escrita para ellos. Para ellos va mi tiempo (mediocremente), mi conversación, las más de las veces la mera compañía, cuando entro en prisión semana tras semana, o cuando me carteo con los más alejados, o cuando he dormido en los pisos de los terminales, o cuando enseño a escribir y a leer a quienes les escuecen los ojos, y al final resulta que soy yo el conversado, el visitado, el carteado, el despertado (si me dejo) y el mil veces reenseñado. Si los poetas quieren dirigirse a los pobres, deberían bajar a la calle, trabajar en las organizaciones, conversar con ellos y ser dignos de poder ser invitados a entrar en sus casas. Hace un par de años J (que lleva varios años en prisión y también le da por escribir) me dice: «Aquí en el trullo no necesitamos literatura, sino justicia». En España hay más presos que lectores de poesía.




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Personalmente no voy a caer en el espejismo de escribir un poema y creer que son ellos, los desnucados, los que van a leerlo. Cuando en alguna ocasión alguno de mis vecinos del barrio (yo vivo desde hace 12 años en un «barrio de acción preferente» de la periferia invisible de Valencia), o cuando alguna persona presa en la cárcel de Picassent me ha pedido que le leyera un poema, sólo la complicidad me ha llevado a hacerlo, pero con la explicación previa –nunca fácil de dar– de que fueron otros para quienes quiso ser escrito.




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Estos otros son –sencillamente– aquellos que ya están activamente cerca de ellos, o –quizá en menor medida– aquellos que están todavía posibilitados para acercarse a los muchos ningunos que sortean las cunetas de nuestro tiempo. Por ejemplo, y entre muchos/as, vosotros mismos.

5 comentarios:

Nocturna dijo...

Viktor:

Cada vez que en tu Blog aparece una entrada dedicada a Enrique Falcón (aún antes de leer sus poemas), me haces sonreír de alegría.

(:

Admiro mucho a este poeta.

Gracias

Víktor Gómez Valentinos dijo...

A mi me pasa también. Entrar en contacto con su palabra sacude el cuerpo y conmueve, azora al corazón.

Enrique Falcón nos embriaga de esperanza e insurrección.

Un beset

Viktor

Anónimo dijo...

Este poeta no tiene fisuras.

Como buen maratoniano se ve por su trayectoria la fuerza de sus convicciones y de su poesía.

Y cómo sacude.

Un lector más.

Anónimo dijo...

Lees a Enrique Falcón y lees sinceridad. Lo mejor es que es consecuente con lo que dice, que mira que es difícil hoy en día.

Gracias Viktor!


Mayka.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Pero hasta la sinceridad, para que sea poética requiere un oficio, intuición lingüística, acierto verbal y arte creativo que posibilite formas expresivas cargadas de belleza, precisión y misterio. La poesía de Falcón es verdad, es un no poder, un antidogmatismo. Su fuerza es contagiosa. No es casual. Nacen sus poemas del amor, la ira.


Un beset

Viktor