viernes, 23 de mayo de 2008

ROQUE DALTON: Una poética desde el litoral del hambre

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“… ¿Cómo pudisteis cantar infamemente a las abstractas rosas y a la luna bruñida, cuando se caminaba paralelamente al litoral del hambre y se sentía el alma sepultada bajo un volcán de látigos y cárceles, de patrones borrachos y gangrenas y obscuros desperdicios de vida sin estrellas? … Ay poetas que os olvidasteis del hombre, que os olvidasteis de lo que duelen los calcetines rotos, que os olvidasteis del final de los meses de los inquilinos, que os olvidasteis del proletario que se quedó en una esquina con un bostezo eterno inacabado, lleno de balas y sin sangre, lleno de hormigas y definitivamente sin pan… ay poetas ¡cómo duelen vuestras estaturas inútiles!.”

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Roque Dalton
(San Salvador, 1935-1975)
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7 comentarios:

Luciérnaga dijo...

Co,
estaba leyendo algo y me he acordado de ti, sobre tu forma de (no)entender mi poesía...

"el poeta es aquel que reserva para el espacio de la poesía la indagación en la subjetividad."

Creo que lo dijó José Martí, algunos críticos decían que en su poesía hay una conexión entre su pensamiento y la preocupación de la existencia, DE LA CONSTRUCCIÓN DEL SUJETO.

Dos citas:
"espantado de todo yo"
"pienso que es posible"

Te hablo desde mi IGNORANCIA MÁS PROFUNDA pero son cosas que me parecen interesantes y relacionadas con cosas de las que hemos hablado. Qué ganas de acabar exámenes y tomarme una tranquila cerveza con vos (otros).

No comento esta entrada porque todavía no la he leído... sorry.

Besitos muy grandes para un muy gran Víktor.

PD: gracias por lo de la foto, a ti y a MARK.

Luciérnaga dijo...

PD2: Sobre mis manías filológicas:

A veces hablamos de lo mismo y el problema está en la denominación... Habría que partir de ahí siempre, de fijar Nombre con Concepto.

Te estoy hablando de lo que "discutimos" el otro día.

"Moral" me resulta un poco como la palabra "suerte". Se dice de alguien que "tiene suerte" cuando deberíamos decir que tiene "buena suerte", pero al decirlo nadie entiende que estemos diciendo "mala suerte". Así funciona la lengua, evoluciona, la cambiamos los hablantes y no los filólogos y de una forma sorprendetemente democrática, todos nos entendemos y vamos marcando pautas y caminos sobre los que nadie (excepto los filólogos) discute. Así pues, por mucho que a mi alma filológica le duela, está admitida la palabra "almóndiga" y es lo más justo. Bueno, dejo de liarme. Sólo quería decir esto:

ÉTICA:

2. adj. Recto, conforme a la moral.

5. f. Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana.)


MORAL:
(Del lat. morālis).

1. adj. Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia.

Mi capisci?

¡Besitos!

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Qué razón lúcida, qué claro y suficiente lo dices.

Yo creo, que cuando comparamos dos escrituras, que desde su particular subjetividad, ambas exploran sus procesos mentales (no controlables9 y sus sentimientos (predominantes) no acaban escribiendo homogeneamente si las circunstancias son radicalmente diferentes. Y así se da el caso que una escritura subjetiva y volcada sobre el ego y sus vaivenes afectivos, psicológicos y racionales me resulte empática, me interpele y otra no. Y aquí cabe significar que quizá la poesía que más me atrae no siempre es la que mejor resuelve técnica o intuitivamente ese imposible que es decir, decirse, decir del mundo.

Toda escritura es autobiográfica. Gamoneda, Gelman y Mendez Rubio, Orihuela, Garcia Montero, Quique Falcón, Blanca Varela y Silvia Plath. Pero sus subjetividades pueden ser como la piel misma, transpirable o no. La transpirable deja que el frío exterior y el calor interior crucen esa frontera. Crucen el límite que es nuestro cuerpo o los cuerpos otros y compartan sentimientos y creencias, ausencias y desvarios, errancias y afanes, iras y amores. Y aún más, hay quien se duele, como Vallejo, Dalton, Falcón, del dolorido cuerpo machacado del mundo, somatizando hasta un sufrimiento que estalla en grito, hasta una ira que florece en poema.

Lu, eres poeta y buena poeta. Pero los asuntos que necesita tu poesía abordar y desbordar ahora son otros y estan en otro lugar a lo que yo, ciegamente busco. Se que nos encontraremos un día de estos. Porque fuera de lo que es mi intento de escrtitura y el tuyo, afuera, somos grandes amigos porque empatizamos en lo esencial. En la amistad como entrega y felicidad. En el respeto, cooperación y paz como herramientas para una práxis de la justicia. En la poesía como vehículo que nos ayuda a humanizarnos y expresarnos mejor.

Es una gran paradoja para mí querer tanto a alguien cómo tú y ahorita mismo estar fuera de su "momentum" poético. Y además, saberse deudor de tu paciente y cercana palabra, inteligencia, revisando mis textos y ayudándome a aclararme con ellos.

En fin, lo que tú decías, que acaben los exámenes y que el lúpulo y la cebada nos fermenten tardes de asueto, poesía y celebración.

Un beset, co

Viktor

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Moral es ley, y como decía Jenaro Taléns, "en lo profundo todo es ley". Y ética es nuestro comportamiento, actividad o pasividad, el quehacer diario. Y si, Matías tiene razón: hay que desconfiar de los neutrales.

Por lo demás, me habéis enseñando últimamente a hablar menos. Porque antes de hablar hay que tener algo que decir, con una minima precisión y claridad. Si no más que hablar, cuales sofistas, hacemos retórica de bar.


Un beset,

Viktor

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Apunta esto:

Hemos nacido para una "ética de la cordialidad".

Buen finde,

Víktor

Nocturna dijo...

Roque Dalton dignifica los buenos sueños. Sus letras, engrandecen al hombre que "ama intensamente", porque sólo así, llega a ser orgullo de los elementos vivos, sufridos o muertos y, no obstante, amados...

¡Besitos de finde!

:)

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Danhir, cuando ya nadie creía en la revolución libertaria, salvo los pistoleros y los coroneles, Roque Dalton desbordó con su palabra crítica y de ironía sesgante el espacio dónde eran olvidados los campesinos, las muchachas exclavas del amo, los barrios invisibles de San Salvador...

Tanto incomodo a unos y otros que tristemente murió en una escaramuza casi surrealista.

Ahora, releer y recitar sus poemas es mantener viva esa esperanza para los que lo han perdido todo, que dice Quique Falcón.

Un beset, Danhir

Viktor