martes, 11 de noviembre de 2008

DESDE UNA POESÍA INCOMODA. REFLEXIONES SOBRE POLITICA Y AMOR (I)

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'Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección.'
Williams James
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'La poesía no es una estructura inocente.'
Enrique Falcón (El amor, la ira)

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¿Habrá amor más necesario qué el que nos reune e identifica bajo el signo hermano de una familia, comunidad, tribu, sociedad ,de una Multiétnica civilización?

El amor y la política:

No hay política sin amor, es desprecio del hombre. No hay amor que no sea política, es decir, que no pacte, renuncie, ofrezca, asuma, recoja, reparta entre dos seres distintos,bajo la tensión del tiempo, los intereses, las posibilidades pero sin invadir, sin violencia, sin estrategias de hipocresia o cinismo.

Cuando amo a una mujer tengo que saber que no voy a conquistarla ni dejarme conquistar: vamos a practicar un juego. Es un juego de pactos y lealtades.

Jugaremos a dar y compartir, a negociar y proyectar planes que mejoren nuestro futuro, a cuidar de los que nos rodean, a cuidar lo que nos rodea. Cuando una mujer me ama, no me somete ni se somete, dialoga, acuerda, concuerda el vivir de uno y otro, distintos pero en armonía. Cuando dos se aman, discuten pero no se matan, propician la vida, la mejoran. Ello supone saber perder uno a veces, saber ceder, conceder y saber también exigir, corregirse o corregir el rumbo. En el amor, en la política hay que saber que se arriesga uno hasta el punto de perder, de perderse, de desaparecer. Sin esa premisa, ni lo político ni el amor, pisan suelo. Y este juego del quererse o del querer ser políticamente sano es un caminar, es una aventura de nomadeo e incertidumbres. Por eso requiere constantemente revisarse y revisar las reglas, los acuerdos, la voluntad de nobleza y autenticidad, de deportividad, porque aquí muchas veces ganar significaría perder y a veces perder puede ser la única manera de ganar. Y ni eso es siempre así.

La política como el amor es copensar. Es coordinar esfuerzos. Es superar escollos, fracasar y no ceder nunca ante la tentación de hacer trampas.

En política como en el amor el deseo se subordina a la conciencia y la conciencia al bien común. Aun no sé como nos engañaron para separar dos aspectos de la vida tan claramente correlacionados y dependientes. Amar, ¿Qué otra política nos podría interesar?

A mi me parece que el primer y último lugar donde nos jugamos la libertad, la justicia, el honor de ser personas es en la intimidad. Y de ahí para afuera todo son replicas, repeticiones del ser. Y creo que separar de la escritura lo político de lo íntimo, lo amoroso de lo social (conciencia social) es una estupidez que se paga con creces. Una ruina interior, un fracaso vital.


(Fragmento de "Desde una poesía incómoda. Reflexiones sobre política y amor")



Víktor Gómez

10 comentarios:

PERRO MALO dijo...

"A mi me parece que el primer y último lugar donde nos jugamos la libertad, la justicia, el honor de ser personas es en la intimidad" a mi juicio, es una definición posible de la ética.

Texto lúcido, yo añadiría no obstante, que no sólo la separación entre lo político y lo íntimo (en el fondo)es una estupidez, también (y sobre todo en la forma, en el acto). Es decir, escribir, crear es un acto político y de fé de por sí. Como amar. O vivir según de qué manera.
Como decía, no recuerdo si Donne: "sólo los actos prevalecen"

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Tomo buena nota. Un matiz apuntas que me interesa re-pensar.

Gracias por compartir tu lectura.

Un abrazo

Víktor

Anónimo dijo...

Digo, como perro malo, también lo mismo… Desde la intimidad, cuando se concretan aspectos de implicación, de cooperación, del darse gratuito, esporádico no tantas veces, no tiene vertiente si no lo es al mismo tiempo desde lo íntimo y personal al modo de cómo, lo íntimo nos supera y extiende esa morada que es la casa que verdaderamente habitamos.

Es propicio este fragmento que seleccionas y que mueve a la reflexión.
Por aquí nos dejamos ver y te seguimos…

ALICIA MARTÍNEZ dijo...

Vik: No podía haber momento más propicio para leer una reflexión como la tuya, que compartimos en voz alta. Esa unión de la que tú hablas entre los diferentes círculos vitales del ser: el íntimo, el social, el de las ideas,... es precisamente la base del amor como proyecto vital consciente: no pueden ni deben separarse porque -por poner un ejemplo práctico - el ámbito social, íntimo y político que te definen son parte del acerbo cultural y la herencia diaria que trasladamos a nuestros hijos. Cuando amas a una persona y vives con esa persona... creas una vida nueva, pero no puedes negarte a ti mismo, porque ese proyecto común es la suma de los ámbitos sociales, políticos e íntimos de dos sujetos individuales y libres que deben saber mantener su relación en los límites de esa libertad individual (La imperiosa necesidad de mantenernos como seres solos frente a nuestra necesidad de ser seres amatorios y seres sociales): como tú muy bien dices es un juego y como tal tiene normas (más o menos establecidas) es decir, está basado en un pacto y en un código compartido: si fallan estas premisas es muy difícil sacar adelante ese proyecto en común. Por tanto no pueden ir por caminos separados, pero tampoco anularse el uno al otro: no puedes desligar el amor de tu vida como si fueran compartimentos estancos. Seguimos hablando de viva voz. es un tema que me interesa ahora. Un beso fuerte, fuerte.

Ana María Espinosa dijo...

Me dejas con las ganas de más, de mucho más, que sé, tienes almacenado y que irá viendo luz
y nosotros estaremos bajo tu luz
compartiendo tu particular prisma del amor, de lo social, de lo político, de lo divino, lo humano.

Lola Torres Bañuls dijo...

Bueno.

Viktor a mi me parece que si queremos hacer la paz primero hay que hacerla en nuestro entorno más cercano. SI queremos la felicidad para el mundo, primero hay que sembrarla en nuestro entorno más cercano. Etc...
O sea que nuestro mundo cercano es el que hay que cuidar de allí irradia hacia el exterior.
Yo tengo un amigo que dice que si Mantienes tu Universo limpio ya es algo muy logrado de allí se traspasa al mundo exterior.
No puedes tener paz, justicia en el mundo si no lo tienes cercano a ti.

Bueno igual no me explicado bien.

Un beset.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Ali:

Claro que esta es una reflexión global, que invita a un texto global, a pensar colectivamente como propone Eva Fernandez en "Inmediatamente después". Creo que he de empezar a reordenar ideas y supuestos, vicencias, posibilidades, conflictos y soluciones (cuando las haya). Porque lo que tengo claro es que los tiempos de hoy piden más que nunca una coherencia interior, un equilibrio (entre los desequilibrios) y una resistencia que sepa dar cuenta de lo ajeno y de lo propio, de lo común y de lo privado con tal grado de honesta generosidad, positivismo, apertura y reserva que no sea la propia fuerza gastada en las lides utópicas las que nos coma el terreno o nos agote el aire.

Quizá he de pensar todavía un poco cómo hacerlo hoy, eso de ser familia, pareja, hijo o padre, compañero y a la vez agitador social, activista, ciudadano comprometido, etc.,

El tiempo, la gestión del tiempo es una clave. Otra superar los miedos, no solo individualmente, si no en pareja, en grupo, en colectivo. Pero bueno, aun he de madurar y escribir los puntos sobre los que asentar eso que tan oscuramente vibra adentro y siento como una poesía, una poética incómoda y necesaria.

Un beset, Ali.

Vík

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Ana Mª: En realidad poco sé, son más interconectadas intuiciones que necesito poner en orden. Me despertó a ello la novela de Eva Fernandez, "Inmediatamente después" y el texto fragmentario de Quique Falcón, "El amor, la ira". Queda mucho trabajo por mi parte. Y no sé si sabre ordenar ese caos que me pellizca el estómago. Pero necesito intentarlo y a ello voy. Una vez más abusaré de tu amistad para comentar y comaprtir textos, preguntas, hallazgos.

Un beset

Vík

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Lola:

Si, paz interior, luego con los más cercanos y en expansión con todos los que nos rodean o rodean nuestro tiempo.

A mi me parece que hay que hacer dos cosas a la vez, sin que una eluda o sustituya a la otra.

Ser socialmente activo, en colectivos que defiendan lo justo y actúen compasivamente.

Ser en lo privado e íntimo justo y compasivo, en virtud de una conciencia libertaria y amorosa (vaya redundancia), es decir justa.

Lo difícil, me parece a mi, lo incómodo es tratar de hacerlo bien en ambas esferas del ser. Y una escritura que responda a esa dificultad no puede ser banal o simple.

Un beset

Víktor

Lola Torres Bañuls dijo...

hOLA Viktor.

Si el problema que a veces no nos podemo sdesplegar en tantas cosas que deberiamos hacer. Muchas veces no hacemos por comodidad y otras porque no tenemos tiempo.

Pero el hecho de escribir ya es una función importante si lo hacemos con rigor y responsabilidad. Aunque no es suficiente claro.

Un abrazo.