sábado, 13 de diciembre de 2008

DEUDA


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Para saldar una deuda
es otra la llave, ningún
salto atrás, pérdida no
asumiendo el pus frío
en la mano sin tacto.

Conoces su debilidad:
eres tú.

Afilada, por un costado
entras. Aún no duelen.
Días de convalecencia:
¿querría la fiebre dormir
al niño asesino? Sus uñas
negras
me tienen cogida por
el cabello
y en las ingles dibujan
una guitarra descordada.

¿amas a la que te roba?
¿Tendremos que tirar
por la borda de un octavo
aquellas fuentes envenenadas
que alimentaron los peces
de nuestra juventud?

Un hombre, puede. Una
mujer, puede. Juntos.
La madrugada les ata
a esa calle sin retorno del rescoldo
en la ruina del solar.

Desde la ventana
las lágrimas que caen
han vencido
todos los demonios menos
el miedo a desmembrarse.
El miedo tiene
nombre de paraiso en la sombra
de una higuera.
----- Qué limpia ceniza.
----- ¿Hubo yerba bajo nuestra cama?

... hasta que las pezuñas
de ciento ochenta reses
arrasaron el sábado
inconcluso. Sus horas nativas
aún sin sol.


Una impronta de Víktor Gómez

8 comentarios:

L.B dijo...

Esto de los blogs tiene algo inmediato: el diálogo.

Gracias por la comprensión. Mi deuda es cada vez más grande.

No sé qué decir que no te haya dicho ya...

Yoni Melavo dijo...

Sublime, sublime.

Amo su poesía, señor.

Lo único que no me gusta es cuando sus palabras pretenden ayudar a los pobres que están lejos y, sin embargo, otras veces, pretenden ofender al pobre que está cerca creyéndolo asesino, desconfiando de él..., que a pesar de todo aún conserva las uñas bien limpias.

Veo todo bajo los gestos.

Y tengo tanto que decirle que no le he dicho todavía y que probablemete no le diga nunca...

Las cosas no suceden como las cantan algunas niñas.

El hombre leal y de verdad es el que llega a un bar sólo y se pide una copa sin contemplaciones. (Ah, si nos diéramos la oportunidad de tomarnos una..)

Ya es nuestro orgullo ser ya mayorcitos, aunque a veces el poema adopte personalidad de un niño.

Verá. Tenemos la legítima opción de llegar a las manos con la palabra.

Pero también tenemos espacios de luz y de sombra para abrazarnos.

¿Qué será mejor para usted?

Si sé no sé. Pero hay que escoger ya, que ronda usted los cuarenta años.

Y haya salud para lo que decida, amigo consumido en las sospechas policiales de su sombra.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

LU:

no vale dar pistas. tu tienes claves. así no vale. dejemos que el texto respire o se ahogue, dé luz o embarre los ojos.

ya lo comentarémos que hay un extranjerizado poeta que me viene requiriendo...

un beset

Vík

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Tan atontado me deja, tan cerca de su esgrima y desarmadora eficacia viril y poética, tan apabullado me siento (realmente estoy recostado, por una hernia -de amor propio- mal curada) que con acto reflejo me encuentro abrazándole, distancias y hzs por medio.

Querido extranjero, acudo con humildad no fingida, con respeto y estupor tal vez, a su inflamada conciencia, a su luciferina confraternidad. Ambos hemos caído, creo, por una de las trampillas del discurso, por un suelo sin sujección como es el poema.

Nada quedaría mejor, a mis efectos, que replantearse con dos Jarras de cerveza tostada la cuestión de los otros que somos siempre nos+otros vistos por un espejo. Una sola objección a su pertinente perorata, el niño que quiero matar en el poema, ese anti-niño por ser más claros, es el que no me deja ser el hombre que yo quisiera ser... y no hablamos de centimetros de pen...samiento si no más bien de diámetro de corazón y de bondad. Eso que yo con excesiva salivación y énfasis cacareo y que siempre está por verse.

Agradezco su tiempo, lectura y posibilidad reconciliadora de mi voz con la sombra.

Suyo, cordialmente,

Víktor Gómez
un apresurado

Ana María Espinosa dijo...

Este
es el poeta
El poeta
ha hablado.
Silencio.
Sin comentarios.
Sobran.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Anaaaa!!!, compi, aceptemos que entre nosotros nos miramos con mucho cariño y entrevemos buenas voluntades y damos a los textos una vinculación metapoética. Desde ahí, tu comentario es un abrazo grande. Una gratitud más entre hermanados escribidores. Escribimos como podemos.

Recuérdame cuando vuelva a Jerez o nos veamos a mitad camino de aquí y allá que te devuelva el abrazote y empatía lectora. Porque eso si es evidente, desde hace mucho, qué tienes un don de lectura, de leer entre líneas, de captar en lo visto o escrito mucho. Viene, claro está de esa comunicación entre tu rico mundo interior y la polisemía de lo afuera.

Un beset

Víktor

Lola Torres Bañuls dijo...

Hola

"La madrugada les ata
a esa calle sin retorno del rescoldo
en la ruina del solar."



"El miedo tiene
nombre de paraiso en la sombra
de una higuera".

Esas dos partes del poema me han gustado mucho y el poema también pero me gusta destacar lo que me ha impactado especialmente.

--El poeta canta en medio de las ruinas, y es llanto contenido lo que se escucha entre cenizas de la noche. Pero el poeta recita para algo, por alquien, porque sí, porque no podría callar de otra manera tadas las voces que lloran de injusticia.-- Para viktor

Nada saludando desde aqui. Un abrazo Viktor.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

LOLA:

Quedo bien entre tu lectura y la respuesta, fraterna, epistolar, complice, de los que intentamos escribir entre los latidos y ahogos del mundo.

Gracias, compa.

Tu Víktor