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De improviso:
Extra: limítate:
a dejar que se escuche a tiempo
aquella voz que no
puede esperar.
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VER CÓMO, sin intención, el espacio parecería que se abre: inventario de tierra, insurrección del aire: en su evidencia flotan los objetos que esperaban que les hicieramos sitio y ahora alcanzan nuestra atención, a evitar el error de no haber sido vistos: ¿es real esa imagen que desprenden para que nadie los olvide un momento? ¿o es solamente un resto de la vida imposible que una vez comprendimos y ya no puede comprendernos ni siquiera a nosotros?: es lo que es: es de nuevo algo como el asombro, la voz sin voz en un cristal que suena: ahí justo donde germina una paciencia que alguien confundiría quizás con el vacío pero que vuelve siempre, que es quizás otra manera de aprender a seguir con los ojos la ausencia de otros cuerpos, la huella en nosotros de los demás.
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LUZ EN LA TIERRA, vuelta otra vez de nadie: (¿por quién?), ahora hacia un cielo va desconcertada: su silencio es tan frágil que no nos convoca. Huella en la forma de lo que resuena y deja todo lo que fue suyo por nada, por la ocasión del aire. Materia o estupor, en fin, música inaccesible. ¿Cómo no entender ya su calma, su renuncia? Al acabarse la noche, o en plena madrugada ¿cómo no llegar esta vez a oirla?
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