MELISSA PATIÑO: poemas desde la carcel

Protesta de artistas peruanos en defensa de Melissa Patiño, injustamente detenida. ¿Quién dijo que la poesía es inofensiva? Parece que a los tiranos la palabra dada con honor y coraje les duelen tanto más que las balas y los machetes. Más aún. Más aún. Y la manera de acallar a los que deciden hablar, escribir, poetizar en favor de los machacados es siempre la misma. Cárcel o asesinato.








Anoche un reportaje quiso mostrar unos supuestos vínculos entre el MRTA y Melissa Patiño, la chica de 20 años detenida en Tumbes junto al ex emerretista Roque Gonzáles. Pero el reportaje contenía unas inexactitudes que podrían complicar injustamente la situación de Melissa -actualmente en un régimen carcelario idéntico al de la número dos de Sendero-.

Más allá de simpatías personales, ésta es la verdad de Melissa Patiño.







Un par de poemas escritos desde la carcel por MARISA PATIÑO, poeta injustamente ajusticiada:




Día 4

Mi nueva vida me ha llevado a latir en forma de embrión o de mundo. Tengo una interconexión con el embrión de cada ser humano. Vi todos los corazones de los embriones. Los sentí latir al ritmo de mi método y he tenido que entrar en crisis porque no supe que más hacer.

Mi nueva vida me dio su hombro robusto y me mostró su torso flácido. Me consoló al mostrarme su rostro y en él mas corazones inflamados y en ellos miles de rostros sudorosos, disparejos. Y en ellos el mío tan distinto a mi anterior vida recostado en el hombro de la nueva.

Mi nueva vida me ha sentado frente a ella, me ha nombrado con decoros guardiana del latir. ¿Me lo merezco? ¿Cómo mi minúsculo latir puede latirse para cuidar a otros? Cuidar el ritmo del latir y su espectáculo de apasionamiento. Cuidar la regularidad del latir y los cardiacos sentimientos de culpa. ¿Quién es culpable? “ama a los otros como a ti misma”. Cerré los ojos y vi al mundo como un embrión apunto de abortar.


Día 6

Hoy he despertado con el rostro iluminado de polvo. Es un día que promete aire inédito. Mi nueva vida quitó las sábanas de un tirón, me sacudió la cara y me tocó el cuerpo para ejercitarlo. Fue corriendo a traer el desayuno que ordenó en la recepción de la prisión; café, jugo de papaya y huevos revueltos.

Iremos a visitar a tu padre, me ha dicho, y mis ojos se han roto; hace mucho que no sé como ubicarlo. Hace mucho que mi padre se olvidó de mis ojos –ahora rotos y sucios-, ¿cómo es que lo encontraremos? El está esperándonos. Hoy es día de visita.

Para leer más:

http://kolumnaokupa.blogsome.com/2008/04/01/poemas-de-melissa-patino-escritos-en-la-carcel/